La expectativa en el edificio de la calle Sinaloa, muy cargada de humor por cierto, era si una vez aprobado el método para elegir al nuevo pastor, Román González Cameros se registraría en el proceso para encabezar el PRI los próximos 3 años, pero nadie se esperaba la rebelión de las féminas.
El orden del día se fue cumpliendo sin contratiempos. El único episodio que había despertado la algarabía en el auditorio fue que al maestro de ceremonias se le olvidó presentar al cenecista Trinidad Sánchez Lara, hecho que le redituó porras y nutridos aplausos al regidor.
La aprobación del método para elegir a Adrián Manjarrez estaba más que “planchado”. En tan solo 5 minutos, los 137 consejeros presentes aprobaron que por medio del Consejo Político, pero antes, la regidora Sarahí Gómez había protestado como nueva consejera, lo que posiblemente enardeció a las líderes de la vieja guardia.
Al pasar a asuntos generales, la primera en abrir fuego fue la regidora Lourdes Luna, quien muy preocupada para que no la tildaran de grillera, expuso la inconformidad de “varias compañeras ya viejitas” al delegado Wenceslao Cota Montoya, quien la miraba con atención y preocupación.
Luego, la ex regidora y ex diputada, Blanca Ramos emplazó al presidium:”Exigimos que nos reintegren como Consejeras en esta reunión, no en la próxima, o en todo caso si no quieren a las líderes viejas, pues díganlo y nos vamos, pero no nos van hacer menos mientre estemos en el PRI, que es nuestra casa”.
“No es el momento, no es el momento”, se escuchaba una voz femenina que repetía la frase como un rezo, mientras los varones festinaban la respuesta, que por momentos sacaban de concentración a las inconformes, muy pendientes por saber quién las interpelaba.
Como se caldeaban los ánimos, Cota Monotoya ya quería dar por terminada la reunión, pero varias manos apuntaban al cielo ansiosas de participar, y María de Los Angeles de la Luis Echeverría fue hasta el Delegado para arrebatarle el micrófono y reclamarle la falta de representación en el PRI Cajeme.
Ya en el éxtasis de las arengas, Dora Lidia Chan comenzó a lavar la ropa sucia en casa y a cuestionar “en qué fallé para que me destituyan del Consejo, así me pagan los años de lealtad y de trabajo al partido” y además “protesto por la suplencia que me dieron, mejor me declaro suelta al mejor postor”.
Entonces aprovechó lo aturdido del ambiente para expresar que “me gusta mucho el “Borrego” para que encabece la fórmula al Senado y lo destapo aquí en Cajeme”, pero la ocurrencia recibió más choteo que simpatías.
Los minutos pasaban y ni la explicación del doctor Antonio Alvídrez de que seguía la reestructuración del Consejo porque se había vencido su vigencia, lograba parar los dardos cargados de estrógenos.
La líder Carmelita Granados se quejó que en la pasada campaña fueron relegadas: “Nos mandaron a nuestras casas y nomás faltó que nos dieran una patada; merecemos respeto porque gracias a nosotros, ustedes los hombres han conseguido los puestos, pero no me iré del PRI aunque ya me lo han ofrecido otros partidos”.
Después, doña Alejandra Peraza puso el dedo en la llaga:
"Esto pasa porque las mujeres no estamos unidas y los hombres así llueve o relampaguee siempre van juntos; dejemos el lado maternal en la política y nos dejemos llevar por el más guapo sino quien nos garantice mejores espacios de participación”.
Fue entonces que desde la comodidad de su butaca pidió la palabra el ex alcalde Ricardo Bours Castelo y de pronto enmudeció el palenque priísta. La propuesta que hizo fue que se analizara bien el caso en una próxima reunión, donde se explicara el por qué de los cambios y se enviará la notificación correspondiente.
Sobra decir que la unanimidad poseyó a todos los varones que aceptaron gustosos la sugerencia, mientras escuchaban la tormenta de aplausos de las mujeres hacia Bours Castelo, quien fiel a su estilo, mantuvo ese gesto adusto que registran las cámaras fotográficas.
Al final, contentos e inconformes salieron a la calle Sinaloa para seguir rumiando sus inquietudes por los puestos que están en juego dentro de la dirigencia del exinvencible partido.