La venta de libros electrónicos (que no los aparatos para su lectura) aumentó en enero un 116% respecto al mismo mes del año anterior en Estados Unidos, según las cifras de la Asociación Nacional de Editores.
El valor absoluto fue de 70 millones de dólares frente a los 32,4 millones de enero del año anterior. La venta de libros de audio descargables también subió, un 8,8%.
Este incremento espectacular no impide la pérdida de facturación de todo el sector, que roza el 2%. La mayor caída, del orden del 30%, se ha producido en el sector de libros para el gran público y sus best sellers, mientras que el libro infantil y especializado amortigua sus pérdidas.
Sólo crecen un poco, aunque su volumen general es muy pequeño, los libros religiosos y los académicos. El gran crecimiento del libro digital descargable no compensa la caída total, ya que el e-book representa en la industria menos del 10% de la facturación total anual.
Las ventas de libros electrónicos se han incrementado "anual y significativamente" durante los nueve años que los editores de EE UU han ido controlando este sector.
En España, según datos de 2010 publicados en enero, aproximadamente la mitad de la población de 14 años o más afirma leer en formato digital (47,8%). Se entiende como lector en soporte digital, aquel que lee, al menos con una frecuencia trimestral, en un ordenador, un teléfono móvil, una agenda electrónica o un e-Reader.
La lectura de libros en este formato alcanza, no obstante, el 5,3% de la población.
¿Cuánto falta para que esta tendencia se manifieste en México? Por ahora, la compra de libros digitales en nuestro país es reducida y podría decirse que no son los lectores asiduos quienes acuden a esta opción, sino los devoradores de tecnología que todo cuanto aparece quieren tenerlo con ellos, aunque no sean asiduos lectores.