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A menos de un mes de que un buen número de medios de comunicación, impresos y electrónicos hayan firmado el llamado Acuerdo para la Cobertura de la Violencia dentro de Iniciativa México, los últimos hechos de sangre ocurridos en el país, terminaron por darnos la razón. Un día después de firmado el pacto, en estos mismos apuntes afirmamos lo que hoy confirman los medios y la opinión pública nacional. Que era misión más que imposible poder poner un filtro a la avalancha de hechos de sangre que podrían llegar a cometerse en el país. Y así fue. Así lo demuestran – fotos de por medio que ojalá se puedan incluir en esta misma columna—las diferentes portadas que se han venido exhibiendo en los últimos días tanto en Morelos, Guerrero, Sonora y por supuesto, lo que pareciera ser la gota de agua que derrama el vaso: Los 59 cadáveres que fueron localizados en ocho fosas clandestinas en el Ejido la Joya, perteneciente al Municipio de San Fernando, Tamaulipas. ¿Y, como dejar de lado también las escenas de dolor y llanto que se registraron en la explanada de Seguridad Pública de Cajeme en donde los compañeros de los agentes muertos, en Cócorit, Israel Tejeda y Efraín García, vilmente masacrados a tiros, les daban el último adiós entre los gritos lastimeros de sus esposas e hijos? ¿ Cómo? ¿ Qué con ello se ensalza la figura de los sicarios que cometieron el crimen? ¿Y qué acaso callándolo vamos a poder aliviar el dolor de esas pobres esposas y esos pobres huérfanos? Y en el caso del poeta, Javier Sicilia,¿ ni modo de dejarlo solo en su dolor de padre y no hablar de la marcha y plantón que se decide a emprender a partir de hoy en el zócalo morelense para exigir castigo para los asesinos de su hijo? En todo caso, me inclino a pensar que el tal Acuerdo tendrá el mismo final que las marchas que se proponen emprender tanto en la Ciudad de México como en otras partes del planeta (como en España en donde un grupo de mexicanos ya Salió a las calles de la Madre Patria para manifestar su repudio en contra de la violencia en nuestro país ) y que no han servido para maldita la cosa como ya ha quedado demostrado hasta la saciedad. México lo que necesita con urgencia ahorita es un gobierno que responda inmediatamente al grito de auxilio que se escucha a lo largo de la república y que venga a parar este baño de sangre en que está convertido el país. Un gobierno que entienda que la frase “¡Ya estamos hasta la m…!” que se escuchó en días pasados en Morelos, luego de la muerte de siete personas, no es una frase más. Es un grito ahogado en el miedo, el desconsuelo y la desesperación por no saber si cada vez que salimos a las calles habremos de regresar a nuestras casas. Al mexicano lo mismo le da si el Ejército permanece o no en las calles o si el Chapatín de Cajeme se va ( a preparar su campaña para diputado ) o no. Al mexicano de Yucatán, lo mismo que al de Sonora y Ensenada, lo que le interesa son resultados y que se haga efectiva la exigencia del señor Martí, hecha ya hace algunos años, tras el plagio y asesinato de uno de sus hijos: “ ¡ Si no pueden, que renuncien!”. Y como si deveras estuvieran funcionando las cosas a las mil maravillas en materia de seguridad pública en México, ni Chapatín ni nadie de los encargados de garantizar la seguridad pública se han dado por aludidos y nadie, salvo Arturo Chávez, el ahora ex procurador de la República, se ha ido, aunque de todo mundo es conocido que el hombre no se fue, más bien lo fueron, víctima de los coletazos que a nivel mundial sigue dando la llamada Operación, “ Rápidos y Furiosos”.
Volviendo con Cajeme, qué lástima que tuvieron que darse los lamentables hechos en los que murieron dos agentes policiacos de Cajeme para que tanto municipales como estatales se pusieran las pilas y nos salieran que, de la noche a la mañana, Esperanza y otros puntos de la ciudad estaban llenos de “tiraderos” a los que no solo ubicaron sino que hasta la pusieron nombres y apellidos. Al menos eso es lo que reza el parte del pasado miércoles 6 de abril en el que nos hablan de la detención de cuatro presuntos “tiradores” de droga, el aseguramiento de alrededor 70 envoltorios de cocaína y cristal; la ejecución de dos órdenes de aprehensión y la recuperación de varios vehículos robados. Y, en más de las marchas que se tienen programadas en varias partes del país, incluyendo Cajeme, no esta mal la idea que hicieran en días pasados algunos padres de familia desesperados en el sentido de que sería mejor que en vez de lanzar el grito de desesperanza al aire (porque en eso quedan, en solo gritos y sombrerazos).
En Cajeme, por ejemplo, en donde estamos hasta la saciedad que salgan y nos digan que son hechos aislados la serie de asesinatos que se cometen, (tres, en menos de 48 horas, incluida la balacera de ayer en pleno centro de la ciudad y en donde murió uno de los protagonistas los organizadores de la marcha están pensando muy seriamente en ir a decirle al señor Landeros que como experimento o chacoteo ya estuvo bueno y que de una buena vez el señor alcalde, Manolo Barro, jale por un efectivo jefe de la policía que conozca, de verdad, del asunto. A quienes nos has escrito para decirnos que dentro de las filas de la gendarmería de Cajeme hay otros nombres que pudieran estar prestos al relevo, además de los aquí mencionados, les digo que, en efecto, sí los hay, lo cierto es que en el caso de los comandantes Navarro Salas como Adrián García, están más que probados. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com |
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