Los amigos son cura para las enfermedades, consuelo en los momentos difíciles, compañeros festivos en los momentos de alegría y, en mi opinión, sobre todo, generadores de puntos de vista que sirven para que nuestra diversidad mental se enriquezca.

Permítanme tratar de explicar lo anterior: cuando en un grupo, sociedad o sistema todos los componentes son iguales o piensan igual, no hay diversidad, así que se vuelve estático y a largo, mediano o corto plazo desaparece consumido por esa falta de dinámica; por otro lado si existe la diversidad (biodiversidad en términos ecológicos) el grupo se enriquece de sus propios componentes, pues algunos se sirven y sirven a los demás para su desarrollo y supervivencia.

Si en un grupo de amigos todos pensáramos igual, sería de lo más aburrido y por tanto ese grupo tendería a separarse buscando a otros que complementen sus puntos de vista. Una de mis grandes riquezas son mis amigos, que gracias a Dios tengo muchos y muy distintos en su forma de pensar, lo que me ha servido para enriquecerme más y que hasta temas para escribir me han dado, como el presente.

Tengo dos amigos, muy queridos pues crecimos juntos en nuestros estudios universitarios, que sufrieron el mismo accidente los dos: siendo ingenieros cayeron, cada quien por su lado y en circunstancias distintas, de edificios que estaban revisando en cuanto a sus daños después del terremoto de 1985. Uno cayó de tres pisos y el otro de cinco pisos, ambos después del susto y los terribles golpes, superaron el accidente y después de una convalecencia dolorosa y penosa pudieron continuar con sus vidas profesionales y seguir siendo de gran utilidad para la sociedad ejerciendo su carrera de ingeniería. Uno de ellos me da la impresión (pues no lo manifiesta) que está seguro que Diosito lo empujó para que cayera, pues parte de sus comentarios son quejas contra esa situación; el otro ha manifestado que Diosito amortiguó la caída por lo que vive agradecido por lo que sucedió y sobrevivió el accidente, del cual platica de manera casi festiva. Ambos disfrutan a todo lo que da la vida, compartiéndola con sus hijos y ahora con sus nietos, cada quien a su manera. Puntos de vista muy diferentes de prácticamente la misma situación.

Otros amigos que tengo, y con quienes seguido nos vamos al campo a disfrutar de las riquezas de la naturaleza, pienso que le dan demasiada importancia al dinero y que gran parte de su vida gira alrededor de este componente artificial de nuestras vidas; es obvio, por lo escrito, que mi manera de pensar es distinta y que para mí el dinero no es tan importante, pero sí un componente necesario de nuestra vida diaria. Sin embargo, cuando nos juntamos a convivir nos divertimos de una manera que les daría envidia a algunos otros, disfrutamos de las cosas sencillas de la vida, gastando tantito dinero, pero a la vez evitando gastos innecesarios pues la observación de la naturaleza no cuesta una vez que has llegado al lugar donde la puedas hacer lejos de la prisión urbana en que nos encontramos la mayor parte del tiempo. Puntos de vista que se complementan y nos llevan a encontrar un equilibrio, aunque los componentes del grupo sean de condiciones económicas muy distintas (mis amigos son riquillos y yo pertenezco a la casta de los piojos).

Otros amigos, muy apreciados también, me dan la impresión que piensan solamente en colores, unos piensan solo en rojo, otros en azul y otros en amarillo; cada uno tiene actitudes muy positivas y todos desean el bien de los demás, hasta ahora así lo han externado, pero cuando se trata de escuchar a alguno de otro color, se cierran y lo rechazan de manera automática. Para el rojo es imposible aceptar que los azules y/o los amarillos puedan tener razón en algo, y los otros dos tienen la misma actitud; los azules solamente aceptan a quienes piensen en azul en su grupo, y los otros dos también; los amarillos consideran que solamente su punto de vista amarillo servirá para resolver todos los problemas de nuestra sociedad, y los otros dos también. Puntos de vista que para algunos son irreconciliables.

Sin embargo, se les ha olvidado a muchos de ellos que la combinación de colores es la base para que nuestro mundo sea policromático y por lo tanto bonito y agradable para vivir; si regresamos a nuestras clases de física de la primaria, recordaríamos que los colores amarillo, rojo y azul son los “colores primarios” y que si los combinamos dan origen a todos los demás colores del iris. Por ejemplo, si combinamos el rojo y el amarillo dan el naranja, símbolo de vida, el azul y el amarillo dan el verde, símbolo de la naturaleza, el rojo y el azul dan el morado, símbolo de espiritualidad (no sé de donde saqué eso pero suena bonito).

Benditos sean los puntos de vista distintos que me ofrecen mis amigos, ojalá y aprenda de todos ellos para lograr un equilibrio que me lleve a una mejor manera de ver la vida. Aceptar que a veces Diosito empuja, pero que siempre te recibe en sus brazos, que el dinero es una parte importante de nuestras vidas, pero no la única, que los colores bien combinados nos llevan a la paz física y espiritual pues la naturaleza los contiene a todos ellos.