Propuesta educativa
Eduardo Varela Munguía
Domingo 10 de Abril de 2011

EDUCACIÓN OBLIGATORIA Y DE TIEMPO COMPLETO

Los estudiantes mexicanos tienen el más bajo nivel educativo entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y los maestros destinan apenas el 69 por ciento del tiempo del trabajo en aulas.

 
Debe ser motivo de gran preocupación para todo sonorense, la calidad en tiempo y forma, de la educación que se imparte actualmente en las escuelas de educación primaria en nuestro estado. El panorama educativo no es nada alagüeño. Si bien es cierto que la educación de calidad es un derecho constitucional, en la práctica resulta letra muerta.

Quienes formamos parte de las generaciones que cursaron su instrucción primaria antes de la pomposamente llamada “reforma educativa” tuvimos la suerte de asistir diariamente, de lunes a viernes, a escuelas con turno completo, matutino y vespertino, además del medio turno sabatino.

Si bien es cierto que era harto difícil para nuestros padres terminar su educación obligatoria de aquel tiempo (sin secundaria), también es cierto que al hacerlo salían lo suficientemente preparados para enfrentarse a la vida. No era raro el que algún egresado de primaria fuese contratado para impartir clases.

Hoy, los egresados de la secundaria son analfabetas funcionales que carecen de la mínima preparación técnica para dedicarse a alguna actividad remunerativa que los ayude ya no digamos a auto emplearse, sino a servir como ayudante de carpintero, plomero, mecánico, tornero, etc.

Por el contrario, es cada vez más difícil el acceso a la educación media superior, que expulsa a miles de jóvenes a las calles a ganarse la vida como Dios les da a entender y desgraciadamente muchos de ellos optan por actividades ilícitas.

El actual sistema empleado por las autoridades educativas del país para que los docentes accedan a mejores salarios, los obliga a hacer grandes esfuerzos por prepararse más cada día para obtener un mejor nivel, sacrificando incluso sus vacaciones para asistir a cursos de superación académica; desgraciadamente, las más de las veces, a costa de tiempo que se le roba al aula.

Desafortunadamente, la especialización adquirida  por  los mentores se da cuando están en la etapa final de su actividad docente, ya que constituye un requisito indispensable para lograr, a través de un mayor salario, una mejor jubilación y es poco el beneficio que obtienen los alumnos de los conocimientos  adquiridos  por sus maestros. Es imperativo un cambio en este esquema, que lleve a que los estudios superiores que actualmente realizan los maestros, los desarrollen aún antes de ser seleccionados, a efecto de  que sus conocimientos realmente sean aprovechados por los estudiantes, dándosele a la carrera magisterial el lugar preponderante que debe tener.

Este importante tema, el de la educación, engloba toda  una problemática estatal y nacional, que incide en la inseguridad, el desempleo, la crisis económica, la falta de valores, la falta de capacidad de análisis de una población sumamente susceptible a asumir como verdad lo que les llega a través del constante bombardeo publicitario.

Un mal día, se nos anunció con gran pompa que la oferta educativa en nuestro país se había duplicado, pero con el cómodo expediente de dividir las escuelas en dos, en  el mismo edificio, con el nombre de alguno de los próceres de nuestra Patria en el turno matutino y con el de otro en el vespertino. Desde entonces la calidad de la educación se ha reducido a su mínima expresión, reflejándose ésta, por tanto, en la calidad de la educación superior.

Fue en el ciclo lectivo 73/74 cuando, atendiendo a la Reforma Educativa, las autoridades correspondientes tomaron la infausta decisión de acortar a un solo turno de cuatro horas y media el tiempo en aulas en las escuelas primarias. Hoy en día es común ver niños desocupados en la calle que son presa fácil de la explotación laboral, la delincuencia y la drogadicción.

Según el Reporte de Competitividad Global 2003-2004 del Foro Económico Mundial, México se encontraba ubicado entre los países con más mala calidad educativa, ocupando el lugar 72 de entre 102 naciones, siendo rebasado incluso por economías muy débiles, como es el caso de Uganda, Ghana, Serbia, Zimbabwe, Kenia y Jamaica.

Los estudiantes mexicanos tienen el más bajo nivel educativo entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y los maestros destinan apenas el 69 por ciento del tiempo del trabajo en aulas (el resto en tareas administrativas), según estudios de la Secretaría de Educación Pública.

Beatriz Pont, analista de educación de la OCDE, afirma que para que México salga de la crisis es necesario “invertir en educación y en el desarrollo de las capacidades de su población”, pues “se está generando un desempleo muy grande y este toca a la gente con bajos niveles educativos y eso genera problemas y tensiones de cohesión social”.

En México, la inversión por estudiante de primaria es de mil 656 dólares, mientras la media entre los países miembros de la OCDE es de 5 mil 450 dólares. El nivel de conocimiento en ciencias entre alumnos de 15 años de edad de Finlandia y México (primero y último lugar en la clasificación de la OCDE) equivale a cuatro años de formación.

De pronto, voces autorizadas o no, caen en la cuenta de que sólo con una educación de calidad México podrá avanzar en la solución de sus graves problemas. Desde el Presidente de la República, pasando por el Rector de la UNAM, gobernadores, legisladores y un largo etcétera, pregonan y proclaman que es necesario invertir más en educación y sin embargo, los ciudadanos comunes no vemos que ello se haga realidd.

Esto no debe continuar así, por el bien de la niñez sonorense, de la sociedad y de nuestra patria, es urgente el regreso paulatino al horario completo en las escuelas primarias, para lo cual es necesario implementar un plan de estudios que otorgue al estudiante una preparación tal que, una vez terminada su educación obligatoria, si por alguna razón no pudiera seguir sus estudios superiores, le permita poder incorporarse sin mayores problemas a la fuerza laboral del país.

Para ello, el plan de estudios deberá contener materias prácticas y talleres que preparen al estudiante para enfrentarse con mejores herramientas a los avatares de la vida, así como encaminarlos por el sendero de la cultura y las artes. Recordemos como hasta antes de la quiebra educativa, cada escuela contaba con un piano y un maestro o maestra de canto que a muchos de nosotros nos enseñó a apreciar y a amar la buena música y, a través de ella, imbuirnos entre otras cosas, el amor a la patria y la cultura.

Se hace  necesaria la impartición de una adecuada educación física, que sustituya a la actual, en la que el profesor, con un silbato en los labios y a la sombra de un árbol, hace a los niños correr sin ton ni son en una cancha, sin recibir siquiera las más elementales reglas y técnicas de las diferentes disciplinas deportivas.

Debido a que el sistema educativo carece de la infraestructura necesaria en número de aulas y en cantidad de maestros, proponemos un plan a siete años para arribar a la primaria de tiempo completo, imposible de realizar a corto plazo.

Durante los seis primeros años es necesario destinar gran parte del presupuesto nacional a la construcción de escuelas primarias conjuntamente con escuelas Normales, que preparen a los futuros maestros que se requerirán en este esquema, así como para la actualización de los ya existentes en un nuevo programa de estudios. A partir del segundo año del programa propuesto, los niños que se incorporen al primer grado, lo harán de tiempo completo y así continuarán sus estudios primarios hasta concluirlos, continuando de la misma manera las generaciones subsecuentes hasta que, transcurridos siete años, toda la educación primaria forme parte de este sistema.

La solución  de la problemática estatal y nacional pasa necesariamente por la educación. Es por ello que los inmensos beneficios que la realización de este proyecto traerá consigo los podemos representar como un efecto dominó, en el que cada una de sus fichas constituye un problema social específico, correspondiendo la primera ficha a la educación, cayendo las siguientes por el efecto de esta:

EDUCACIÓN.- A través del ataque a los inmensos rezagos que existen en materia de educación, habrá generaciones de mexicanos mejor preparados, con una mejor conciencia ciudadana, que sabrán servir mejor a su país y al egresar del sistema de educación obligatoria de tiempo completo, estarán dotados de las herramientas educativas necesarias para incorporarse con mayor facilidad a la fuerza productiva del país, si no desean o se ven imposibilitados para continuar con los estudios medios o superiores.

CRISIS ECONÓMICA.- Con la construcción masiva de aulas resulta obvio que la industria de la construcción –la que más empleos genera- habrá de salir de la crisis en que se encuentra, debiendo ponerse especial cuidado en que haya igualdad de oportunidades para todos los contratistas, en igualdad de circunstancias, evitándose favorecer a los amigos, compadres y a los favoritos tradicionales, realizando licitaciones totalmente transparentes para tal efecto, procurando otorgar las obras de las pequeñas comunidades a quienes se dedican al ramo de la construcción en cada localidad.

DESEMPLEO.- La construcción a gran escala de escuelas traerá consigo el abatimiento del desempleo puesto que además de los trabajos directos, el que la población cuente con más dinero en el bolsillo provocará entonces el surgimiento de más giros comerciales, fenómeno que a su vez incidirá en la creación de más empleos.

INSEGURIDAD PÚBLICA.- El que los niños se mantengan por más tiempo en las aulas, la población se encuentre ocupada en sus empleos y que gracias a ellos tenga menos problemas económicos y que por consiguiente haya menos gente ociosa en la calle, redundará directamente en el abatimiento de los índices  de inseguridad.

INCORPORACIÓN DE LA MUJER AL DESARROLLO NACIONAL.- Cuando este programa esté en ejecución y los niños se encuentres en las aulas, más mujeres madres de familia y jefas de hogar, tendrán el tiempo suficiente para desarrollar sus habilidades e incorporarse al desarrollo estatal.

GUARDERÍAS.- Un factor clave para la incorporación de la mujer al desarrollo estatal, es la construcción de una gran cantidad de guarderías para atender a los hijos de las madres trabajadoras que realmente necesitan de este servicio. Tradicionalmente los espacios de las guarderías han sido ocupados por una elite de trabajadoras pertenecientes a sindicatos que han tenido una atención prioritaria por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Las madres trabajadoras que actualmente más necesitan de este servicio son quienes carecen de él; entre ellas tenemos a los grupos de trabajadoras del campo, con el agravante de que al no poder pagar a quien les cuide a sus pequeños, los llevan consigo a sus labores, lo que redunda en una aberración más: el trabajo infantil.

Al hablar de guarderías no nos referimos sólo a un espacio para que los niños puedan ser cuidados, no, nos referimos a una institución altamente profesional que cuente con educadore(a)s, médico de planta y nutriólogo(a), debidamente capacitados para otorgar a los infantes una atención integral.

NIÑOS DE LA CALLE.- Para complementar la atención a la niñez no se puede soslayar el ocuparnos de este sector tan marginado en nuestras ciudades. Es común oír voces de descalificación culpando a los padres de estos chiquillos que pululan por las calles y que constituyen un lunar oprobioso para una sociedad cada vez más insensible y egoísta que, ocultando la cabeza como los avestruces, aparenta ignorar que tal vez esos padres se encuentran más ocupados hurgando en algún recipiente de basura, con la esperanza de encontrar un mendrugo de pan para llevarse a la boca, que en preocuparse en darle protección a sus hijos.

Necesitamos abocarnos también, a la creación de albergues para los niños de la calle con las mismas características que las guarderías, es decir, no deben ser estos recintos un lugar donde los pequeños tengan un rincón dónde pasar la noche, sino uno en donde encuentren educación, alimento, cobijo y atención profesional.

Dado que cada Municipio cuenta con características muy particulares y por ser los Ayuntamientos la primera instancia de gestión de la ciudadanía, se hace prudente analizar la posibilidad de que la facultad de creación, control y manejo de este tipo de instituciones quede en este nivel de gobierno. 

Es posible demostrar que la inversión social es redituable, no sólo en lo económico, sino también en el impacto social que de ella deriva. En vez de concentrar la riqueza en unas cuantas manos, como se da en los casos de los banqueros y los grandes empresarios que caecen de sensibilidad social y de amor a la patria, que se benefician con gran parte del presupuesto, bajo el pretexto de la creación de empleos, invertir en el bienestar de la población es productivo social y económicamente.

Actualmente, como un reconocimiento de que la educación primaria carece de calidad, se ha implementado, como una leve y loable reacción, el Programa de Escuela de Tiempo Completo en algunas escuelas piloto. Consiste en que los niños se quedan a comer en la escuela y a recibir clases de 13:10 a 15:30 horas.

El costo de la comida es de quince pesos por niño y el gobierno del Estado cubre el cincuenta por ciento del costo total. Sin embargo, no son pocos los padres y madres que no pueden cubrirlo, razón por la cual muchos niños se quedan sin recibir los beneficios de este programa.

Sería una excelente noticia para estos padres y madres, en especial para los niños, que el Gobierno del Estado cubriera el costo total de los alimentos para que este beneficio se generalice.

Eduardo Varela Munguía / edvarelam@hotmail.com

 
 

Copyright © 2006-2024. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com