El año pasado el Departamento de Energía de E. U. reconoció como la mejor investigación del 2010 a la Colaboración Minerva, proyecto en el que participan los más reconocidos científicos del mundo aplicados al estudio de las partículas atómicas y áreas afines de la ciencia básica.

El objetivo de este proyecto, en el que se invirtieron 250 millones de dólares, era estudiar a fondo la naturaleza del neutrino, una partícula subatómica que aún guarda secretos para la ciencia, y a cuyo estudio se aplicó un grupo de cien investigadores de ciencia básica, la mayoría de ellos físicos, matemáticos e ingenieros que conforman la élite de la investigaciones atómicas a nivel mundial.

Entre ellos participó un equipo de tres científicos mexicanos encabezados por el cajemense Julián Félix Valdez, quien por más de veinte años ha estudiado la naturaleza de las partículas y subpartículas atómicas, ya sea en su cubículo como director del Instituto de Físicia de la Universidad de Guanajuato e investigador de la física de altas energías, o como invitado al Laboratorio Fermi, de Chicago, el centro experimental más importante del mundo en esta disciplina.

Julián figura entre los investigadores más prestigiados de esta área a nivel mundial, con publicaciones en revistas especializadas que difunden los últimos avancez en las fronteras de la ciuencia. A sus conferencias, que imparte en diversos países, asisten investigadores de la talla de premios Nobel y otros que han sido candidatos a este galardón, y en general científicos enfrascados en la lucha por descifrar todos los misterios del átomo para entender la naturaleza general del universo, su origen y su destino.

Revolución en telecomunicaciones

Durante cuatro años, hasta el 2010, el grupo multidisciplinario y multinacional de científicos aplicados a la Colaboración Minerva acumuló las aportaciones de cada equipo que lo conformó hasta comprobar los supuestos teóricos sobre el neutrino que habían sido postulados hace casi sesenta años.

Estos resultados, asegura Julián, significan un salto cualtitativo en la historia de la ciencia tan importante como el que dio Guillermo Marconi a fines del siglo XIX cuando experimentó con las ondas electromagnéticas descubiertas por el alemán Hienrich Hertz, y a partir de ello puso en marcha un sistema práctico de comunicación radiotelegráfica que generó inventos como la radiotelefonía y el radar, la radiodifusión y la televisión.

En síntesis, dice Julián, la comunicación inalámbrica a través de las ondas electromagnéticas.

Los hallazgos de la Colaboración Minerva, añade, también revolucionarán las telecomunicaciones a partir de las propiedades del neutrino.

Explica:

El neutrino transmite ondas que atraviesan la materia, esto será aprovechado por las telecomunicaciones para transmitir mensajes que atraviesen barreras físicas que hasta hoy han sido un obstáculo para la transmisión de ondas electromagnéticas.

Las aplicaciones prácticas más evidentes se darían, por ejemplo, en un viaje alrededor de la Luna, como los que se realizaron a partir de los años sesenta. Hasta hoy cuando la nave Apolo rodea a la luna, al pasar por la cara oculta para la Tierra, se corta la comunicación porque las ondas electromagnéticas no pueden atravesar la masa de la Luna.

Con las ondas de neutrino esto no sería problema porque atraviesan dicha masa y permitirán transmitiri y recibir mensajes desde "atrás de la Luna".

Lo mismo sucederá con las comunicaciones desde los submarinos, que actualmente no puede transmitir a las bases navales una vez que se sumergen debajo del agua. Ahora podrán hacerlo sin importar la profundidad donde se encuentren.

En la vida doméstica tendremos computadoras mucho más veloces y con equipos más sencillos, pues con un solo cable de neutrinos se podrá sustituir todos los circuitos que van en un CPU.

Además a partir de la nueva tecnología, los satélites artificiales que hoy giran alrededor de la Tierra pronto serán obsoletos.

Y así como en estos casos se harán aplicaciones que revolucionarán el mundo de las telecomunicaciones, que dicho sea de paso es uno de los sectores más importantes del desarrollo económico en nuestro tiempo.

El tiempo para que empecemos a ver estas aplicaciones, señala Julián, puede ser de cinco años aproximadamente, aunque esto puede variar de acuerdo con la demanda industrial y las necesidades bélicas de Estados Unidos.

Estamos apenas en el umbral de una nueva revolución científica y tencológica en el área de las telecomunicaciones. Hace más de un siglo el brinco lo dieron Maxwell, Hertz y Marconi, entre otros.

Hoy lo han dado los investigadores de la Colaboración Minerva, entre los que se encuentra Julián Félix Valdez, este vecino de la colonia Cortinas que un día cuando era niño soñó con descubir los misterios de la naturaleza.