La devastación social de México es claramente definida en estas cifras oficiales: 49 millones de compatriotas —47 por ciento de la población— vive en “pobreza patrimonial”, o sea, sin ingresos suficientes para necesidades de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, educación y transporte. Y otros 19 millones —18.2 por ciento— padece la pobreza “más lacerante”.
Lo hizo saber la titular de Desarrollo Social, Beatriz Zavala Peniche, en su comparecencia del 11 de este mes en el Senado. No se advirtió, sin embargo, que los “abuelos de la patria” se hubiesen estremecido por tan grave información.
La “noticia” se perdió de un día a otro. Las televisoras ni se ocuparon del tema, las estaciones de radio le dedicaron unos minutos y lo pasaron por alto los “analistas” televisados.
Sí llamó la atención a varios legisladores que la anterior titular de esa dependencia y hoy secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, dijera en agosto del 2005 que la pobreza “se había reducido durante el periodo de Vicente Fox, de 52 millones a 47 millones de pobres”.
Según cuentas de reporteros observadores, en 19 meses aumentó la población de pobres en 19 millones y la de “pobreza lacerante” en 1 millón 700 mil.
Así quedó a la vista otra falacia criminal del régimen pasado, elaborada por la “educadora” Josefina Vázquez Mota. Era constante el discursillo de Vicente Fox sobre la supuesta disminución de la pobreza y no hubo diputado o senador que lo desmintiera, de frente y en su momento.
En la misma comparecencia, el senador perredista Graco L. Ramírez se encaró a Beatriz Zavala y le mostró un listado, con nombres y apellidos, de 27 delegados de Sedesol, todos panistas. Son quienes, con fines electoreros, manejan la “política social” de dádivas a través del nefasto programa Oportunidades, creado por el foxismo.
Dichos delegados son ex funcionarios de administraciones blanquiazules, líderes partidistas y ex legisladores. La mayoría fue heredada por Vázquez Mota a la actual administración, pero los coordinadores de partidos del Senado, ¡excepto el PAN!, demandan la remoción de esos funcionarios empanizados.
A Beatriz Zavala le reprocharon en la Cámara Alta que el 24 de marzo pasado fue a Yucatán y entregó recursos, bajo el rubro de Oportunidades, en apoyo del candidato panista al gobierno estatal, Xavier Abreu Sierra. En ese recorrido benefició a 133 mil familias de tendencia blanquiazul.
Sin respuestas ante las severas incriminaciones, Beatriz Zavala aseguró que los programas sociales, como el de Oportunidades, están blindados. Pero no especificó contra quienes.
Así quedó demostrado, durante dicha sesión senatorial, que al régimen actual le importa poco cuántos pobres existan en nuestro país y tampoco el incremento de esas cifras trágicas. Por añadidura, los recursos aprobados por el Congreso para fines sociales son utilizados en la compra de votos.
Buenas resultaron las señoras de Acción Nacional para esos menesteres. Después del desempeño de Vázquez Mota hasta las elecciones del 2006, Marta Fox impuso en Sedesol a Ana Teresa Aranda —la de los piojos— y la releva Beatriz Zavala, quien sigue los pasos de sus antecesoras, al pie de la letra.
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