Columna de Hierro
Sergio Ibarra
Jueves 12 de Mayo de 2011

Que yo recuerde, hacía por lo menos unos siete sexenios que no se escuchaban  los gritos de “¡fuera!, y muera!” para un presidente de la república. El detalle no lo consigna ninguna de las notas periodísticas que dan cuenta de la mega marcha encabezada por el poeta y escritor Javier Sicilia, que, empezando en Morelos, concluyó en el zócalo de la ciudad de México, pero lo destacan en sus respectivas columnas de este pasado martes, los periodistas, Julio Hernández, de la Jornada y Leo Zuckerman, del Universal. De hecho, Tribuna incluyó esta columna en su edición de ayer martes.

Los gritos fueron coreados por miles de mexicanos y eran el eco y el sentir de esos muchos otros connacionales que a lo largo del país siguen sin verle la luz al túnel, huérfanos de un líder con posibilidades de mando y de triunfo. A eso se resume finalmente, el mensaje que deja a todos  la llamada Marcha por la Paz, el que, por encima del reclamo generalizado para que Calderón remueva a su abatido mariscal, Genaro García Luna, pide, ya no el cambio de estrategia, sino el relevo del mando general al grito de “ fuera”, “fuera” y “muera”, dirigidos a Calderón.

Por supuesto que ninguno de los reclamos han sido atendidos por el titular del ejecutivo federal y ni creo que lo hagan de aquí al resto de lo queda del sexenio; escaso año y medio. Lo más que lograron con su postura los marchistas es que Calderón se haya dirigido a ellos, a través de una conferencia de prensa, pero sólo para dos cosas:

L a primera; para decirles a través de su vocero oficial para asuntos de guerra, el señor Poire, que García Luna es inamovible y para demostrarlo, el vocero presidencial leyó todo un currículum en el que solo faltó hacer héroe al fallido jefe de la seguridad nacional y la segunda, para decirles que al menos si los oye y está dispuesto a establecer un diálogo con ellos, con una sola condición: que la cabeza de García Luna no es negociable.

Y  no lo  harán por una sencilla razón:

Calderón acabará su sexenio y su confrontación con el narco, tal como lo empezó: Solo. Sin haberle tomado parecer a nadie y sin valorar en lo más mínimo las consecuencias que esto traería consigo. De los millones de reclamos que se llevará consigo al final de su gestión, los más pesados serán las más de cuarenta mil muertes que ha dejado el disparatado y desigual combate en el que prácticamente se ha dejado sola a la sociedad, en medio del fuego cruzado en dos direcciones: el del gobierno que nos embarcó en una lucha cuerpo a cuerpo con un monstruo de mil cabezas y el del narco cuyas ramificaciones penetran, desde hace mucho las principales esferas del gobierno en sus tres niveles.

De ahí que, el estar hasta la ma…sea lo menos para los millones de mexicanos que ya no vemos para cuando termine por hacer sus maletas al presidente del empleo, si, pero el empleo de las balas y la violencia. Y lo peor. Sin una estrategia que garantizara al menos, una salida airosa de la emboscada en que se llevó a la sociedad.


FIERRITOS EN LA LUMBRE

Hace dos años, el 13 de julio del 2009, para ser exactos, Martín Martínez, el consejero directivo del CESUES de Benito Juárez, le presentó al senador Manlio Fabio Beltrones un escrito que entregó de puño y letra en el que le solicitaba el apoyo para la construcción de aulas, laboratorios, un centro de idiomas, centro de usos múltiples además de infraestructura deportiva y de investigación.

Las gestiones fructificaron, el ex gobernador canalizó a Martín con el diputado federal Samuel Moreno y hoy miércoles, la comunidad estudiantil del CESUES estará siendo testigo de la entrega de seis millones de pesos que serán recibidos en una ceremonia que tendrá lugar este día en punto de la una de la tarde en el campus de la Universidad benitojuarense y en la que la licenciada Ana María Bujanda estará fungiendo, al lado de Martín Martínez, como los principales anfitriones del diputado Moreno Terán.

Los seis millones, se sabe, serán empleados en la construcción de un comedor universitario equipado con toda la tecnología de punta y estará beneficiando a poco más de quinientos estudiantes del sur del estado.

Y de último momento, llega el cable de la detención de un chivo expiatorio más en relación a la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo y en la que habrían muerto 49 niños; se trata del ex delegado del IMSS, Arturo Leyva Lizárraga quien fungía en calidad de delegado de la dependencia en el momento en que manos criminales le prendieron fuego o a la estancia infantil directamente, o la bodega contigua rentada por el gobierno del Estado y desde donde se habría propagado el fuego. No se hagan bolas.

Aquí lo que sobran son sospechosos, pero faltan los autores intelectuales y materiales del hecho. No dudo que el delegado y sus subalternos, ya detenidos, tengan alguna responsabilidad en el hecho al no haber exigido una mayor seguridad a quienes operaban la guardería, en este caso, los particulares, pero nadie habla de los asesinos materiales.

Es un hecho que ni Leyva Lizárraga ni incluso los encargados de la bodega tienen injerencia directa en el incendio, vamos, ni tampoco los propietarios de la estancia, aquí hay autores materiales, manos criminales que estuvieron detrás de la tragedia y de los que nadie habla.

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