México.- En México 12 por ciento de la población infantil desarrolla actividades productivas familiares sin recibir ingresos, a fin de coadyuvar a la economía familiar, afirmó el investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Sánchez Silva.
El catedrático indicó que en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 60 mil menores efectúan actividades remuneradas, mientras cerca de 120 mil se encuentran en situación de calle, quienes tienen que buscar la forma de subsistir.
Los menores de edad se han integrado al trabajo productivo como consecuencia de la situación económica que vive la sociedad mexicana, destacó en un comunicado.
Comentó que mientras en las zonas rurales se procura instruir a los niños en actividades del hogar para propiciar valores como la responsabilidad, la disciplina y el aprendizaje, en las grandes ciudades se busca dar paso al empleo informal, para que contribuyan al sosten familiar.
El también director del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (Ciecas) del IPN explicó que, por lo general, los niños que trabajan en el ámbito familiar sin recibir pago lo hacen en misceláneas, farmacias, tortillerías y panaderías, entre otras.
Por el contrario, los infantes que obtienen ingresos por alguna actividad se desempeñan en la industria textil, el comercio informal, el ambulantaje, como lavacoches y limpia parabrisas.
El problema del trabajo infantil, explicó, se acentúa en los cinturones de miseria de las grandes urbes, donde los menores, al margen de la ley, se incorporan a actividades disfrazadas de empleo o subempleo, como son los vendedores ambulantes.
"Los retos que la sociedad tiene pendientes con la niñez del país son vigilar que la ley a ese respecto se cumpla para garantizar sus derechos humanos, y el acceso a la educación de calidad", anotó.
Consideró que los responsables de vigilar el sano desarrollo de los niños son la familia, el Estado y el gobierno; "es tarea de la sociedad civil proteger a los niños para que no se desempeñen en trabajos que pongan en peligro su salud, educación o desarrollo".
Es también su deber dirigir, orientar y aconsejar al menor, como lo hacían las culturas ancestrales, para que sean adultos con una responsabilidad social y cultural cívica, puntualizó Sánchez Silva.
Fuente: Notimex
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