Al cumplirse dos años del incendio en la guardería ABC de Hermosillo, donde murieron 49 niños y otros quedaron marcados de por vida con cicatrices y amputaciones, un grupo de ciudadanos cajemenses se reunió en la Laguna del Náinari.
Allí, en el pequeño espacio que los ciudadanos escogieron para honrar la memoria de las víctimas de ABVC. se volvió a manifestar la frustración por la ausencia de un acto de justicia que ayude a curar las heridas.
De nuevo los comentarios de los asistentes fueron de inconformidad por las acciones del sistema judicial mexicano que durante estos dos años se ha entretenido acusando a funcionarios caídos en desgracia por razones políticas.
Dos años después, recordó el activista Rosenado Arrayales, se sigue pidiendo al Ayuntamiento de Cajeme que desgine el área donde se encuentran las cruces simbólicas como el área permanente para recordar a las víctimas de una de las más grandes tragedias que ha vivido México en los años recientes.
Y otra vez, como ha sido desde hace dos años, las respuestas de la justicia y de los funcionarios fueron sólo palabras, promesas para acallar la inconformidad de los ciudadanos.