Jorge A. Lizárraga Rocha
Algunos lo consideran una pérdida de tiempo; sin embargo muchos han soñado despiertos, pero trabajando para hacer sus sueños realidad y han logrado cambios sustanciales para la humanidad.
Quien primero me viene a la memoria, pues su frase y forma de vida así lo manifestó es el Dr. Martin Luther King, con su famoso discurso de “Yo tuve un sueño” (I had a dream), el cual convirtió en realidad al lograr el reconocimiento para su raza en Estados Unidos, un país racista que tuvo que cambiar gracias al sueño que estoy seguro tuvo despierto un hombre decidido.
Otro gran personaje que también aceptaba que soñaba despierto fue Mahatma Ghandi, el no cristiano más cristiano en la historia de la humanidad; él soñó con un país sin violencia pero con libertad, y lo consiguió al aplicar y hacer aplicar su sueño de no violencia para lograr la independencia de la India, sojuzgada por los británicos que todos conocemos como una de las civilizaciones más violentas de su tiempo.
Sin llegar siquiera a pensar en comparaciones con estos dos grandes personajes, considero que a los mexicanos nos hace falta soñar despiertos, y luchar porque nuestros sueños se hagan realidad. Por lo que veo en los medios de comunicación, muchos prefieren vivir y acrecentar sus pesadillas que soñar despiertos, por lo menos así lo escriben y manifiestan en sus participaciones en dichos medios.
Yo prefiero soñar despierto y trabajar en buscar que los sueños se hagan realidad. Voy a compartir dos de los sueños que he tenido y hasta título les puse, y que hasta ahora algunos medio se han hecho realidad, quizá por no haber sabido trasmitir mi sueño a los tomadores de decisiones en su momento.
“La ciudad más limpia del país”
Recuerdo que cuando vine a esta bendita Ciudad Obregón a la boda de mi hermano Zeferino en 1970, me impresionó la limpieza de sus calles y el orden que había en la ciudad; fue tal la impresión que tuve que le dije a mi compañero de viaje, Rafael Morales, “cuando sea grande me voy a venir a vivir a esta ciudad”, soñé con eso durante 12 años y en 1982 pude lograr mi sueño.
Desde entonces he soñado e intentado desde mi limitada trinchera que Ciudad Obregón vuelva a ser la ciudad más limpia del noroeste y del país, pero no ha habido eco por parte de las autoridades y de muchos ciudadanos. Incluso en agosto de 1984 hicimos desde el ITSON un “Diseño conceptual de un Sistema Integral para el manejo de las basuras domiciliarias de Ciudad Obregón” en el cual participaron cuatro estudiantes de ingeniería, quienes escribieron sus tesis profesionales sobre este tema, con cuatro proyectos factibles de realizar para optimizar el manejo de las basuras de Ciudad Obregón; sin embargo las autoridades municipales no aceptaron las ideas por diversas razones, me atrevo a decir que por desconocimiento, pues en ese entonces hablábamos del rediseño de rutas de recolección, de una planta separadora de basuras y de un relleno sanitario, temas desconocidos para ellos, pero de gran actualidad en estos momentos. Aquí tengo el reporte por si a alguien le interesa, solamente requiere de ser actualizado.
“Bosque urbano para Cd Obregón”
Este sueño no es tan viejo, empezó hace alrededor de cuatro años, cuando conocí a un profesionista especialista en árboles, Ovidio Villaseñor, el cual presentó la idea de crear plantaciones de árboles con valor económico en la región. Después de escucharlo y convencerme de que sí es posible, y adecuando sus ideas con las mías, consideramos que Ciudad Obregón puede contar con un Arboretum (museo del árbol), con el cual se podría rescatar un terreno que actualmente está muy contaminado y que no puede ser utilizado para nada, excepto crear un parque urbano, pulmón para la ciudad, y servir de centro de capacitación ambiental para las nuevas y no tan nuevas generaciones, que tanta falta hace. Aquí tengo la antepropuesta por si a alguien le interesa.
En fin, he tenido muchos otros “sueños despiertos” que invito a los lectores que hayan llegado a este párrafo a que luchemos por hacerlos realidad, solamente pondré los títulos para que cada quien, con base en su imaginación, ayudemos a intentarlos: “Una ciudad más segura”, “Aprovechar el trazo de la ciudad y hacerla más funcional”, “Mejor educación ambiental para todos los sectores de la población”, “Una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones para mejorar la calidad de vida de nuestra ciudad”.
Hasta yo me río de mí mismo al tener estos sueños, pero al acordarme de los grandes soñadores despiertos, creo que vale la pena seguirlo haciendo, e intentando que se conviertan en realidad. Por otro lado, prefiero soñar despierto que aceptar las pesadillas que algunos medios de comunicación, por alguna razón oscura siguen fomentando.