El 80 por ciento de los casos de niños que acostumbran mentir, lo hacen porque sus padres suelen también decir mentiras, dijo Jorge Rosas Mendivil, psicólogo del CIFA.

Cuando los niños cuestionan a sus padres sobre un tema, algunos mienten ya que resulta incómodo o simplemente por librarse del niño en el momento, sin darse cuenta que van formando en el menor no solo desinformación, sino el que considere el mentir como algo normal.

“Hay padres que se les olvida ir por sus hijos, que no los llevaron a alguna parte y les dicen una mentira, no fui porque se me poncho una llanta o porque tuve mucho trabajo cuando no es así y la situación se complica cuando el niño descubre que es mentira”, dijo.

Añadió que la edad común a la que los niños empiezan a decir mentiras, es a partir de los dos años, casos en los que lo hacen por protección o defensa después de cometer alguna travesura.

“Los papas en lugar de regañarlos cuando hacen algo que no está bien, como el que rayaron la pared, quebraron algo, deben hablarles y decirles que está mal, pero no regañarlos y provocarles angustia”, mencionó.

El psicólogo dijo que un niño que con mucha frecuencia diga mentiras y tenga entre 8 y 9 años de edad, ya es preocupante y requiere tratamiento psicológico.