México ganó a Guatemala con un apretado marcador 2 -1 y los gritos de los cronistas televisivos se oyeron como si hubiéramos ganado la Copa Fifa, la Copa América o algún otro torneo de importancia.

Pero la verdad es que fue apenas un triunfo vergonzoso contra un país cuyo potencial futbolístico es de los más bajos del mundo.

Así cada triunfo conseguido hasta ahora por el Tricolor se ha exaltado como si fuera en verdad algo que vale la pena, pero en realidad se trata de úna manipulación que deja millones de dólares a los organizadores, a las televisoras y a las federaciones de futbol de los países participantes.

Aunque se da por descontado que es un torneo para que México y Estados Unidos jueguen la final, desde ahora se ve con cierto temor el enfrentar a Honduras, que tiene dos o tres buenos jugadores y carece de la ingenuidad de Guatemala o Cuba.

Pero con más temor, casi pánico, se espera el momento de enfrentar a Estados Unidos en la final, si se llega a dar porque los norteamericanos tampoco andan muy bien que digamos.

Disputarles la final y perder ante ellos, será una catástrofe deportiva pero más que eso, será la pérdida de varios millones de dólares al no obtener el boleto para participar en la Copa Confederaciones que se jugará en Brasil el 2013.

Por esa razón -la pérdida de millones de dólares- hace cuatro años fue despedido Hugo Sánchez de la selección mexicana. Porque no pudo lograr los pases a la Confederaciones y al torneo de futbol de las Olimpiadas.

Los directivos y las televisoras, que en muchos casos es lo mismo, tronaron contra Sánchez y de héroe lo bajaron a chivo expiatorio y lo despidieron ipso facto.

Algo similar podría pasar con el Chepo de la Torre. Si no gana esta mediocre Copa de Oro lo van a hacer trizas, pero no por la pérdida deportiva sino por la pérdida millonaria que implica no ir a la Copa Confederaciones.

Mientras, la televisión tiene una minita de oro estos días con la transmisión de partidos de mala calidad entre México y sus rivales centroamericanos.

Al fin y al cabo, es ló único atractivo que puede ofrecer la industria del entretenimiento este verano ausente de mejores opciones.