Castigan moralistas a seleccionados
Redacción
Martes 28 de Junio de 2011

El escándalo armado por los directivos de la Federación Mexicana de Futbol y los medios capitalinos en torno a la noche de juerga que vivieron varios jóvenes del seleccionado que va a la Copa América, es una expresión de la hipocresía y el moralismo trasnochado que abundan en varios sectores de nuestra sociedad y de manera particular en algunos medios de comunicación.

Sin duda la prostitución no es una actividad para elogiar y nadie en su sano juicio puede pretender que sea una práctica inocua para quienes la practican o la utilizan. Es indigna y puede ser dañina tanto para una persona como para la sociedad en general. Pero es una realidad que ha estado presente en la historia humana desde tiempos remotos.

Y que unos jóvenes deportistas tengan una noche de sexo comprado no es un caso extraordinario ni un delito, ni siquiera una transgresión a la disciplina deportiva. Es simple y llanamente una expresión de la naturaleza juvenil, etapa en la que el deseo sexual está a flor de piel y reprimirlo en muchos casos puede ser contraproducente.

Los futbolistas hoy expulsados de la selección que va a la Copa América hicieron lo que hace la gran mayoría de los hombres jóvenes en situaciones similares. Es lo que hacen con frecuencia los deportistas profesionales del beisbol, el basket,el futbol... de todos los deportes. Se van de juerga y tienen relaciones íntimas con mujeres conocidas o desconocidas. Y los torneos siguen.

¡Imagine usted que el Babe Ruth hubiera tenido de patrones a los federativos del futbol mexicano! No hubiera sido Babe Ruth.

Aquí, entre nosotros, una gran cantidad de jugadores de la Liga Mexicana del Pacífico hacían y siguen haciendo lo mismo después de los partidos. Salen del estadio en la noche, se van de juerga y "ligan". No pasa nada.

¿Por qué entonces tanto escándalo y tanta verborrea moralista no sólo de los funcionarios de la Fe - Mex - Fut sino también de muchos comentaristas que hablan y hablan todos los días sobre el futbol?

Puede haber varias razones, pero en todas prevalece un tufo moralista, hipócrita, porque viene de personalidades que están en los medios, trabajan en canales televisivos donde la moral imperante no es precisamente la de un monasterio sino todo lo contrario. Es más, la programación de esos medios que hoy señalan a los jugadores sancionados, es una programación que de muchas maneras incita a la prostitución.

El castigo a los muchachos es parte de un linchamiento verborreico por parte de los comentaristas que se asustan, hipócritas, de que estos muchachitos hagan algo que no es ejemplar.

Pero también este castigo forma parte de un discurso ideológico que pretende vendernos al futbol como un territorio de la pureza moral, y a los jugadores de la selección como soldaditos castos que deben sacrificarse por el honor de la patria futbolera.

Sí, hay en el linchamiento mediático de estos jóvenes un afán de hacernos creer que el futbol y la selección mexicana son un tema por encima de nuestras debilidades humanas, casi divinos y por lo tanto debemos postrarnos ante el poder de quienes controlan este espectáculo.

Y en general es este caso un episodio más del moralismo hipócrita que reina en muchos sectores de la vida pública nacional.

Foto de portada: Héctor González Iñárritu, director de selecciones de Femexfut, al momento de anunciar las sanciones a los jugadores implicados.

 
 

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