Con las primeras precipitaciones de la temporada registradas en Sonora, se alcanzaron solo 5 pulgadas de las 20 que requieren los ganaderos para superar la crisis de sequía por la que atraviesa el sector, expuso Oscar Russo Salido.

El presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui comentó que las lluvias de la semana pasada son alentadoras pero si no son continuas, de nada servirán para dejar atrás la sequía y evitar se pierdan más cabezas de ganado.

“Ahorita ve el calorón que está haciendo, lo que está brotando, germinando, se achicharra; se necesita que siga lloviendo, que se mantenga”, externó.

Mencionó que los ganaderos esperan las lluvias fuertes para el mes de agosto, con las que habrá forraje suficiente para alimentar al ganado.

Sin embargo, hay otro factor que la sequía ha afectado en el ganado y por más que llueva no podrán revertir los efectos, se trata del ganado que estaba preñado y que por las mismas condiciones de falta de agua, su ciclo de gestación se vio interrumpido provocando que decenas de vacas aborten.

“Eso se va ver reflejado hasta la siguiente época de partos, cuando vayamos a la cosecha de becerros y veamos que estamos atrasados y que no son suficientes”, declaró el ganadero.

La falta de becerros será notoria hasta el 2011, entre febrero y marzo y quizás se vea afectada la producción de carne que los ganaderos locales aportan al mes, que es el 30 por ciento de la generada en todo Sonora.