"Es como si estuviera interna en el Seguro Social, aunque estoy en la cárcel", dijo Francisca Vázquez Yocupicio, la anciana de 84 años de edad que fue aprehendida e internada en el Cereso local por la Policía Estatal Investigadora.

Francisca padece diabetes, hipertensión, apenas puede caminar y resiente otros achaques propios de su edad.

Pese a ello fue acusada como cómplice de los delitos de asalto en despoblado, intento de secuestro y despojo, delitos que se le imputan a ella y al grupo de ejidatarios que fueron desalojados por la fuerza pública del ejido Nazario Ortiz, del cual reclaman derechos de propiedad heredados de sus padres.

Con su actitud serena, Francisca quiere tranasmitir confianza y tranquilidad a sus compañeros ejidatarios con los que ahora comparte celdas.

De ese grupo, ella fue la primera a la que ficharon como delincuente, pero eso no doblegó su temple.

"Si decaigo, les voy a dar el gusto a los que nos metieron aquí", comentó Francisca a su hija Rosario.

Este martes se abrió una esperanza de libertad para los ejidatarios tras la plática que el dirigente Miguel Ángel Castro Cossío sostuvo con el secretario de Gobierno, Héctor Larios Córdova, quien se comprometió a interceder para que se acelere la liberación del grupo.

Pero la decisión final no está en manos del Gobierno del Estado sino del Juzgado Octavo de Distrito, donde se deberá dictaminar si son válidas las acusaciones interpuestas por el ministerio público.

Castro Cossió expresó su confianza en una pronta liberación ya que -dijo- será difícil para el MP demostrar los delitos que le imputan a los ejidatarios.

"Es cuestión de horas para que sean liberados", comentó Castro Cossío.

Mientras, Francisca y sus compañeros esperan en el Cereso.