Hugo Sánchez admite que ha cometido errores, pero aclara que la mayoría se deben a la envidia de otras personas.

En entrevista realizada con el diario El Universal, el Pentapichichi mexicano explica las razones por las cuales se sintió traicionado e incomprendido por los directivos del futbol mexicano. Los critica pero insiste en su deseo por llegar a ser el director deportivo de la Federación.

Algunos de los tópicos más importantes de esa entrevista, donde Hugo se dibuja a sí mismo, tal cual es, son los siguientes:

Hugo Sánchez se dice arrepentido por haber dirigido a la Selección Nacional. Al menos bajo las condiciones a las que se comprometió al firmar un contrato que considera leonino. Ese fue su error.
 
“Sí, me dejó un tanto marcado mi destitución de la Selección Nacional, sobre todo, porque no me protegieron, porque no me cuidaron, sino al revés, creo que crearon una red, una trampa como para quemarme y dejarme como responsable de tres selecciones”.
 
“Había jugadores que yo ni conocía, ni los había visto, porque estando en España era difícil estar viendo jugadores juveniles que ni jugaban en sus equipos de Primera División. Creo que ahí [con el Tri] tuve una de tantas equivocaciones que he cometido y quiero reconocer que cuando firmé ese contrato con la Selección fue una de las más grandes equivocaciones que he hecho [sic]: el haber aceptado dirigir a tres selecciones”, agrega el ya maduro Niño de Oro.
 
Ahora, habla tranquilo del tema, pero fue, quizá, el trago más amargo que ha experimentado. Dice que debió haber exigido dirigir solamente a la Selección Mayor y que otros se encargaran de la preolímpica y la panamericana, “pero era tanta la ansiedad y tanta la ilusión que tenía por dirigir a la Selección, que sentía que era el momento, por la euforia que estaba viviendo después de haber conseguido el bicampeonato con Pumas. Pero sí me quedó una sensación de desilusión, porque en mi propio país, mi propia gente, no me respaldó ni me apoyó”.
 
Su queja no cesa y va directa contra quienes dirigen al futbol mexicano, léase Justino Compeán y Decio de María.
 
“Lamentablemente, las decisiones importantes las toma gente que no piensa para el país y no piensa para la colectividad, sino piensa por su beneficio propio, y mientras sigan habiendo ese tipo de intereses, creo que no creceremos a la velocidad y al ritmo que México está exigiendo”, asegura. 
 
Y cuando eso pase, Hugo, cerciórate de revisar muy bien las reglas del contrato.

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