Este año el Ayuntamiento de Cajeme invertirá 30 millones de pesos en el rescate de espacios públicos, aseguró Carlos Carrizoza Ruiz.

El secretario de Desarrollo Social en el Municipio destacó que la inversión no es sólo infraestructura, toda vez que en cada uno de los parques, centros deportivos o centros comunitarios que se benefician, se implementan cursos de manualidades, deportes, activación física, culturales y de superación personal.

En gira de trabajo, le tocó presenciar la impartición de cuatro clases de los 120 cursos y talleres distintos que se imparten en las colonias y comunidades rurales donde se han rehabilitado espacios públicos.

“Estamos redoblando esfuerzos por devolverle a las familias sus plazas y parques para que se conviertan en puntos de reunión”, afirmó Carrizoza Ruiz, “el objetivo es darle un nuevo rostro a Cajeme y con este tipo de obras estamos cumpliendo para beneficio directo de la gente”.

Carrizoza señaló que en la colonia Los Presidentes invertirán 1.5 millones de pesos en la construcción de un parque que incluirá una cancha de futbol rápido; en la colonia Benito Juárez será la rehabilitación de la alberca, tejabán y cancha de frontenis con 1.3 millones de pesos; mientras que en la colonia Beltrones recuperarán un edificio ya existente para impartir también cursos y talleres a la comunidad.

En cuanto a la impartición de talleres y cursos, el funcionario municipal dejó claro que son de manera gratuita y con instructores altamente capacitados y reconocidos por la propia comunidad, como es el caso del Maestro de Música, Alberto Ruiz Quezada y Rafael Salvador Manzo, en Capoeira.

El recorrido de este día fue por la clase de Tae Kwon Do en la colonia Ampliación Miravalle; Artesanías en la Esperanza Tiznado; Capoeira y Guitarra en la Casa de la Cultura.

María Lourdes Ahumada Rodríguez, quien lleva la clase de Artesanías, agradeció a las autoridades municipales porque pueden convivir entre vecinos mientras aprenden un oficio que posteriormente les ayudará en su economía familiar.

“No teníamos dinero para los materiales y nos enseñaron a trabajar con material reciclado y telas de ropa que ya no usamos para convertirlas en hermosas muñequitas que son útiles para el hogar como porta-bolsas, servilletas, papel higiénico, entre otros”, aseguró.