Arte, música, historia y béisbol, hermanados; y, envolventes, juegan con la intimidad, la pasión y sentimiento.

Fue el “Bárbaro del ritmo”, como se conoció y admiró a Benny Moré (Bartolomé Maximiliano), un icono en la historia y música universal.

Un conquistador eterno de los corazones de Cuba y sensibles al mundo musical; el mejor y más admirado cantante de música popular cubana de todos los tiempos, con un carisma y personalidad a toda prueba.

En su época, el más genial y depurado de los cantantes, con un repertorio amplio de sones, boleros, montuno, el mambo y guarachas, con innato sentido musical, dotado de una fluida voz de tenor que coloreaba y fraseaba con gran expresividad.

Que si no, y ahí como botón de muestra están sus  éxitazos "Me voy pa`l pueblo", "Bonito y sabroso", "Yiri Yiri Bom" y "Mucho corazón"....

Toño Elizarrarás:

Desde San Cristóbal Ecatepec, Estado de México, Antonio Elizarrarás Corona, nos dice:

Entre los envíos que haces, he recibido con beneplácito, precisamente, la música, invaluable, de un gran artista cubano de todos los tiempos, representativo de una hermosa época, como es la de Benny Moré.

Jesús: es todo un lujo escuchar nuevamente a Benny Moré en “Bonito y sabroso”, entre otras hermosas melodías que has compartido por tu correo y Facebook..

Te cuento: lo conocí a finales de 1948 y principios de 49. Él estaba recién desempacado de Cuba, de donde lo trajo,  según supe, Ninón Sevilla.

Benny ha sido a mi criterio, el más grande trovador de cubita la bella, entendiéndose por trovador el que canta trovas,  acontecimientos cotidianos llevados al pentagrama.

Lo conocí cantando con la orquesta de Arturo Núñez y poco después, haciendo el dueto fantasma como Lalo Montané. Más adelante surgió Chico Andrade.

Los registros que alcanzaba Moré, tanto para arriba como para abajo, eran increíbles.  Allí en el salón de baile "Fénix" donde lo oí por primera vez cantar en vivo, (ya había escuchado un par de discos que grabó  en La Habana, pero que no pasó nada con ellos,),  hubo una muchacha juncal, morenita, parecía mulata, bellísima, que lo trajo por la calle de la amargura y se decía en ese tiempo que se ponía unas guarapetas por ella, ¡bárbaras!

Su calidad como cantante lo remitieron más tarde con Pérez Prado y grabó con el “Cara de foca” muchas canciones, montunos, boleros, guarachas, etc., que fueron éxitos inmensos.

La relación entre ellos fue tirante porque Pérez Prado era enérgico, a veces castrante y hasta tiranuelo.

Pero  no le convenía “bronquearse” con Benny.  A él le debe el apodo de “Cara de foca” y sabía que de diez discos grabados con Benny, ocho eran éxitos: “La cocaleca”, “Rabo y oreja”, “Guaracha del salón”, “Esta noche corazón”,  “dame tu perdón”, “A romper el coco”,  uuffff.  muchísimos.

Tengo casi toda su discografía.  Menos lo que grabó en Cuba, cuando regresó para apoyar la revolución de Fidel.

Recuerdo dos-tres canciones muy hermosas, que cantó con Lalo Montané y sin embargo, no las grabaron.  Yo en ese tiempo tenía 14 años.  Me pintaban el bigote para que me dejaran pasar al “Fénix” y mira, una anécdota formidable de Benny, fue la siguiente:

En Cuba formó su grupo.  Formidable,  pero una ocasión un promotor, vivales, se le estuvo escondiendo durante varios días con tal de no pagarle. 

Benny y su grupo ya habían tocado y gustado. Tuvo paciencia  tres-cuatro noches, pero en una de ellas llego con un bat en la mano y le dijo al infeliz  (organizador de bailes)  “de aquí no salimos hasta que le pagues a mi tribu (sic);   a  mi  si no te da la gana, no me pagues, pero a mi tribu le pagas o de aquí no sales....”.

Y, claro, la tribu cobró y Benny también.

Inmenso Benny Moré.

No ha habido otro como él. Gracias por esta gala.