Desde el pasado mes de mayo, los amantes de lo ajeno la piensan dos veces antes de robarse un medidor de agua en una casa, ya que el Congreso del Estado aprobó tipificar la acción como un delito grave que puede llevarlos hasta la cárcel, dijo Pablo Willis Alcántar.

El director general del Oomapasc, expuso que a pesar de que la ley ha sido modificada y ya no se considera un robo común, el organismo ha decidido reemplazar los medidores de cobre por los de plástico, los cuales no son atractivos para los delincuentes.

“Es el daño muy grande que se provoca con el robo a  medidores tanto a los usuarios como al Oomapasc, además de lo que implica el equipo, el medidor, las fugas que provoca, los trabajos, el tiempo, el desabasto de suministro para el usuario, es una situación que causa mucho problema”, ex puso.

De los 140 mil usuarios que el Oomapasc en Cajeme, 100 mil son del área urbana y un gran porcentaje ya cuenta con medidor de plástico, al ser el área urbana en la que se presentan el mayor número de casos de robo de éste tipo.

“En el área urbana tenemos instalados el 97 por ciento de micro medición en nuestros usuarios y de eso 97 por ciento, el 80 por ciento pudiera ser de plástico”, añadió.

El funcionario mencionó que si el usuario presenta la denuncia ante la instancia correspondiente, el Oomapasc le repone gratuitamente el medidor, de lo contrario, tiene que pagarlo.