Por pura coincidencia me tocó presenciar la ceremonia, en vivo, en la que la ex jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano recibió ayer jueves la medalla “ Belisario Domínguez”, con la que el senado de la República, reconoce a los mexicanos de bien. A aquellos que, como Cárdenas, en la política, y en algunos otros rubros, como el educativo o el de investigación, lo mismo que en el periodismo, han contribuido a hacer más grande a México. Bueno, eso es lo que dice en buena parte el muro en el que se hallan inscritos los nombres de los galardonados entre los que me tocó ver, además del fundador y líder moral del PRD, a Carlos Castillo Peraza, indiscutible ideólogo del PAN, José Barros Serra, ex rector de la UNAM, Heberto Castillo, don Luis H  Alvarez y por el gremio periodístico, al recientemente fallecido, don Miguel Angel Granados Chapa.

A la ceremonia de reconocimiento, como es natural, acudió el presidente Felipe Calderón y los dos líderes del Congreso, -- Cámara alta y baja, pues—y por supuesto, la crema y nata de la grilla nacional. Por supuesto, don Cuauhtémoc hilvanó largo y preciso discurso en el que dejó en claro, además de muchas otras cosas con las que no está de acuerdo con el gobierno de Calderón y de paso, coincidió con la opinión de muchos de los mexicanos pensantes que siguen creyendo en que la estrategia de don Felipe en su confrontación con el narco no es precisamente la más adecuada. Y por supuesto, descalifica el hecho de que el Ejército tenga que andar haciendo labores de policía, cuando su función es el resguardo de la soberanía nacional. Pero no esperó mucho por la respuesta, por cierto, el también ex gobernador de Michoacán, cargo por el que pasó su padre, don Lázaro y su hijo, Lázaro Cárdenas Batel.

En su visita con el empresariado mexicano, Calderón devolvió la pedrada que horas antes le arrojara el tres veces ex candidato a la presidencia de la República y ahí reiteró lo que de tiempo atrás ha venido sosteniendo; que México está en la ruta correcta para resolver sus problemas y que en materia de seguridad no se dará un paso atrás ( ni para tomar vuelo ). Y en más de  Calderón, y a propósito de las declaraciones que recién acaba de hacer en las que señala a los pasados gobiernos del PRI de haber pactado con el narco, destaca, sin duda, la vagancia del ex gobernador veracruzano, FIDEL HERRERA ( al menos a él se las achacan ) cuando al ser entrevistado al respecto del dicho de Calderón, dicen que contestó con toda sorna; -- Bueno, si Calderón afirma que los pasados gobiernos del PRI pactaron en alguna medida con el narco, pues sencillamente debe de tener razón porque a mi me queda muy claro que los niños y los borrachos siempre tienen la razón—

FIERRITOS EN LA LUMBRE.

En donde persiste el misterio es por rumbos de la jefatura de Regulación Sanitaria en la que, desde hace algunos días dejó de despachar su ahora ex titular, Elizandro Valenzuela Clark y a la que a partir de éste pasado miércoles llegó el buen amigo, ROBERTO CAMPOS Lugo quien a su vez se había venido desempeñando como jefe de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Cajeme, puesto que hasta ayer por la tarde permanecía acéfalo en espera de la designación que en breve tendrá que hacer el alcalde Manolo Barro, sobre todo si vemos que se está ante dos fechas importantes en la que esta importante cartera juega un papel muy importante; la celebración del día de muertos y los días decembrinos que ya están a la vuelta de la esquina.

Y, finalmente,  de veras que en el PRD les viene a las mil maravillas el  viejo adagio que refiere “ es poco el amor y lo derrochan en  celos”, en este caso en confrontaciones estériles como los que se cargan el diablo Millán y Carlos Navarro, el primero, acusando a Patiño y la dirigente local Celia Zamorano de haber escamoteado el proceso de elección de delegados del pasado domingo. Luego se quejan de que no alcanzan nada en los procesos electorales en los que hace mucho vienen figurando en los últimos lugares, cuando no se entienden ni ellos solos.

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