La falta de oportunidades para los jóvenes que viven en las áreas rurales de Sonora es más preocupante que la pobreza misma, advierte Francisco Aguirre Pineda, director nacional del Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria de la FAO.
De visita en Ciudad Obregón, donde imparte a jóvenes indígenas sonorenses un curso sobre dicho Proyecto, Aguirre señala que Sonora no es considerado como área prioritaria en la asignación de recursos federales pues hay otras entidades con mayor pobreza rural.
Pero eso no implica que en nuestra entidad no haya pobreza rural, la hay y en amplias proporciones.
"Recién visitamos zonas indígenas de Sonora donde nos dijeron que los jóvenes ya no creen en nada, están desesperanzados, no tienen oportunidades, y optan por emigrar o realizar actividades ilícitas", comenta.
Hay programas federales y estatales que luchan contra la pobreza, señala.
"Sin embargo la pobreza no se combate sólo con apoyos económicos para proyectos productivos de grupos campesinos o indígenas", advierte Aguirre.
Los recursos financieros que se asignan tras una convocatoria suelen irse a la basura; los proyectos apoyados no impactan, no logran cambios y desaparecen en unos cuantos meses, añade.
"Se planean los programas como metas de inversión: Tanto dimos, tantos proyectos apoyamos... pero esta visión es insuficiente...
"Por eso la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) propone cambiar de metas de inversión a metas de resultados".
Esto significa, explica Aguirre, atender tres puntos esenciales:
1. Quien pide un apoyo debe tener un proyecto para una actividad que le gusta realizar. Si el apoyado no tiene como vocación la actividad a realizar, difícilmente la llevará a cabo con éxito.
2. Debe demostrar que puede vender sus productos a los vecinos, a otros miembros de su comundiad y del mercado local, en lugar de plantear ambiciosos proyectos de exportación que no se cumplen, como sucede con muchos proyectos de invernaderos.
3. Si el solicitante cumple con los dos requisitos anteriores, es elegible para el apoyo financiero.
Prioridad, lo agropecuario
La visión asistencial y de clientilismo político opera sin embargo de manera contraria, apoyando proyectos para sumar cantidades de beneficiados y de inversión.
"No es que el asistencialismo en el campo sea malo, al contrario, hay necesidades inmediatas que sólo pueden atenderse con programas asistencialistas", reconoce.
Pero para alcanzar el desarrollo se necesita una estrategia más amplia que sólo destinar grandes cantidades de dinero.
El cambio debe enfocarse al sector agropecuario, porque es la única vía para alcanzar el desarrollo, enfatiza.
"Sí nos centramos en la producción agrícola únicamente no tendremos capacidad para enfrentar la demanda alimenticia en los próximos años. Además está visto que las empresas agropecuarias son más dinámicas y generan empleos mejores que los jornales agrícolas".
Crisis a mediano plazo
Algunos analistas han advertido que México se encamina a una crisis alimentaria. ¿Qué tan exacta es esta versión?, preguntamos.
"Por ahora no tenemos dicha amenaza", responde Aguirre. "Pero a mediano plazo sí puede darse".
Y explica:
"La industria de alimentos en México por ahora no tiene problemas para abastecerse de los granos que oferta el mercado mundial. Si una empresa mexicana necesita sorgo o maíz, lo pide a Estados Unidos y en unos cuantos días tiene los contenedores en un puerto mexicano".
Sin embargo, agrega, el crecimiento de la demanda en países como China, Rusia y la India hará cada vez más difícil conseguir las grandes cantidades de granos que necesita México y llegará un momento en que los grandes productores del mundo destinen toda su producción a los grandes consumidores orientales".