Alex Valdez y Orlando Salido, dos orgullos del boxeo cajemense, tendrán acción este sábado en su tierra.
Uno, Alex, va por un intento más, cuesta arriba, tratando de recuperar el nivel que tenía antes de sucumbir en un knockout que nadie quisiera recordar, aquí mismo, en el CUM.
Alex subirá de nuevo al ring entre la incertidumbre de los aficionados que desean verlo ganar, pero también son conscientes de que el joven peleador está exponiendo demasiado.
Ya ha sufrido dos nockouts muy dolorosos. En el primero de ellos, hace apenas un año, fue a dar al Hospital, con un coágulo sanguíneo; en el segundo, apenas un cabezazo de su rival, lo puso fuera de combate.
Su rival de este sábado, Cristian Mijarez, lo aventaja en todo.
Es mucho el riesgo, pero Alex está de nuevo en una función. ¿Por qué?
¿Qué o quiénes lo impulsan a arriesgar su vida?
¿No hay aquí acaso una comisión de boxeo que cumpla con su primer deber: Proteger la integridad física de los boxeadores?
Mientras esto ocurre alrededor de Alex, en el ámbito del Siri las cosas son muy diferentes.
La suya será una pelea de preparación y con un rival a modo, para lucirse ante la raza.
Después vendrá para él una pelea millonaria: La revancha a JuanMa López, el puertorriqueño al que le arrebató el campeonato mundial.
Dos boxeadores, dos ídolos de los cajemenses, pero dos caminos muy diferentes.