Lo advertimos aquí mismo el día de ayer: Alex Valdez corría un serio peligro al enfrentarse a Cristian Mijarez. Y no solo por la mayor experiencia y mejor boxeo de su rival, sino de manera especial por los nockouts que sufrió el cajemense en sus dos anteriores combates.
No es necesario ser un experto en medicina deportiva para saber que Alex, como se dice en el argot, ya "está tocado", es decir, sus facultades físicas ya no dan más, difícilmente puede subir de nivel y lo más probable es que siga hacia abajo, exponiendo su vida casa vez que suba a un cuadrilátero.
La paliza que le propinó Mijarez, esperemos que no sea de consecuencias más graves que las percibidas en la pelea. A estas alturas todo golpe acumulado es de gran riesgo para Alex.
Él es un muchacho con buen nivel educativo, valiente y en su momento fue un gran prospecto, con buenas facultades, pero a raíz del knockout ante Nehomar Cermeño hace dos años en el CUM de esta ciudad, no volvió a ser el mismo.
Sin embargo este sábado lo volvieron a subir al ring y ahora contra un experimentado rival que no tuvo dificultades para noquearlo en tres rounds.
Es hora de que la Comisión de Boxeo, si es que existe o si sirve para algo, retire a Alex la licencia de boxeador.
Tal vez desee seguir intentándolo porque es valiente, pero alguien cerca de él debe decirle que ahora sí llegó la hora de colgar los guantes.
No hay más para él como boxeador, pero como hombre trabajador y decente aún tiene por delante mucha vida que puede ofrecerle otras satisfacciones.