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Análisis cultural
Adolfo González Riande Jueves 17 de Mayo de 2007

El cine club como parte de la formación del universitario

La labor de los cine clubes ha sido tradicionalmente una actividad ligada al quehacer cultural en las universidades e institutos de enseñanza superior y por ende un valioso recurso en la formación del estudiante.

Sobre el tema en particular dice Román Gubern, que el cine club ha ayudado a desmitificar, palabras más o palabras menos, dice el crítico español, que las sesiones de cine club han permitido asomarnos a una realidad distinta a la que estamos acostumbrados a observar.

Gubern es de la idea, de que el espectador asistente a los cine clubes, tarde que temprano será un lector crítico de las imágenes. Asimismo, pudiéramos pensar, que un individuo que no analiza o lee las imágenes, no podrá ser un crítico, esto es, no se puede emitir un juicio con propiedad acerca de equis imagen, si no se tienen antecedentes.

Como ejemplo a lo anterior, pensemos en un investigador que quiere plantear un problema de investigación sin hacer antes un recorrido u observación del área objeto de estudio. En este sentido, retomando el ejemplo del investigador, es cierto, podrá recopilar una serie de informaciones acerca del sitio objeto de estudio, pero requerirá tarde que temprano de evidenciar la realidad con la información recabada.

De la misma manera, el espectador al cine club, tendrá que aprender a leer las imágenes, tendrá que confrontar sus experiencias, su conocimiento ante las imágenes-ideas, ante el discurso fílmico que le ofrece un autor.

Tomemos como ejemplo, para esta entrega, la maravillosa cinta “El ciudadano Kane” (Welles, 1941).La vida del personaje, Charles Foster Kane se reconstruye en pedazos a partir de la memoria de diferentes personas que han sido entrevistadas tratando de crear una imagen del célebre personaje. Cada uno de los entrevistados revela, es cierto, un aspecto de Kane, pero ninguno acierta a explicar el significado de “Rosebud”.Para los conocedores de cine, para los estudiosos de las ciencias cinematográficas, la cinta se presenta como un gigantesco “rompecabezas” que se va reconstruyendo delante de nosotros como espectadores, y que nos lleva hasta el desenlace con la última pieza de ese rompecabezas, pieza clave que el personaje de Susan no puede encontrar jamás.

Las ideas del discurso fílmico de Welles, apuntan hacia la descripción de un ser humano, de un hombre cuya vida fue un fracaso, de una infancia perdida, pero también de un magnate del periodismo que ha sido capaz de mantener en secreto su conciencia de sueño de felicidad que nunca pudo conseguir, y a la cual no se puede penetrar, como lo sentencian las palabras de la reja de la mansión Xanadú, “No trespassing”(“No entre”), al inicio y al final del filme.

Para nadie es un secreto las bondades maravillosas del cineclubismo, como materia alterna para formar al estudiante. En la medida que los programas de difusión cultural establezcan sesiones serias sobre diferentes corrientes cinematográficas, estaremos en la posición de lograr individuos críticos y reflexivos.

Algunos ejemplos locales
En el ámbito local, debe señalarse que la actividad del cineclubismo, por así llamarla, ha estado presente por más de 30 años, desde que Ramón Iñiguez y colaboradores, idearon una serie de proyecciones de filmes franceses en el auditorio del Sindicato del IMSS. Más tarde, a mediados de los setentas, el mismo Iñiguez inicia formalmente la actividad del Cine Club en el Itson, actividad que, con diferentes modalidades, persiste hasta la fecha.

Si bien es cierto, que el Cineclub del Itson en la etapa de Ramón Iñiguez mantuvo una regularidad, su ejemplo brillante prosiguió con otros colaboradores, entre los que deben mencionarse a Christopher Watts, Enrique Vidal, Sergio Camarena ,Adolfo González Riande, Aldo León y Abdul Machi. Eventualmente, se han programado cursos cortos de “Apreciación Cinematográfica”, conducidos por Jesús Méndez.En el caso de ITESCA, debe señalarse la labor de José Ángel León.

De acuerdo con los comentarios de los colaboradores, las diferentes etapas del Cineclub en Cd. Obregón, han mantenido diferencias notables, por ejemplo: la Biblioteca Pública “Jesús Corral Ruíz” ha desarrollado un ejercicio rico en temáticas fílmicas, con un programa anual de ciclos mensuales que atienden a diversas corrientes cinematográficas, dirigidas a la comunidad en general y con una gran participación del público a través de los debates. En el caso del Itson, el programa se ha concretado a instrumentar un programa modesto de cineclub, como parte de la formación integral del joven universitario, con escasa participación en los debates, y con una limitada apertura hacia ciertas temáticas o corrientes cinematográficas.

Por otra parte, debe señalarse que otras experiencias ligadas al cine club han desarrollado esquemas de apoyo a esta actividad, en la modalidad de Talleres de Apreciación Cinematográfica, con la idea de formar un público conocedor o lector de imágenes. En este sentido, los casos típicos en la localidad se ejemplifican con las experiencias de Itesca y el propio Itson.

Datos proporcionados por los propios actores de la actividad del cineclub en nuestra comunidad, nos hablan de una asistencia promedio de 30 a 40 asistentes al Cine Club de la Biblioteca Pública “Jesús Corral Ruíz”, en tanto las sesiones del Cine club en el Itson no promedian los 20 asistentes por sesión. Como parte de la cultura cinematográfica que el ITSON desea hacer extensiva a la comunidad, debe señalarse el trabajo de Abdul Machi García, quien ha realizado un programa denominado “Cine en tu espacio”, cuyo objetivo principal es llevar el cine a las comunidades más alejadas de los centros urbanos, propiamente la zona del valle del yaqui.

Por otra arte, debe mencionarse el avance del ITESCA, quien ha diseñado ya un curso de apreciación cinematográfica que incluye simultáneamente un taller de video, el cual ha empezado a generar algunos productos fílmicos que han sido expuestos como complemento a las sesiones del Cine Club de la Biblioteca Pública “Jesús Corral Ruíz”.

Finalmente, debe esperarse que algunas otras instituciones educativas del sur de Sonora, empiecen también a crear sus espacios de actividades culturales que incluyan al Cine Club.