Faltas graves por descuido o negligencia serán atribuidas a los policías que detuvieron y custodiaron al joven Misael Campa, cuyo cadáver fue hallado en un celda de Seguridad Pública el pasado 4 de diciembre.
Los restos de Campa fueron exhumados hace unos días para realizar un peritaje que determinara las causas reales de su muerte; la exhumación fue solicitada por los padres del joven a través la Comision Estatal de Derechos Humanos debido a que no creyeron la hipótesis del suicidio.
De acuerdo con la primera versión del peritaje oficial, éste habría demostrado que en efecto Campa se quitó la vida por su propia mano, colgándose con un cinto que introdujo a la celda sin que los custodios se dieran cuenta.
A pesar de las videocámaras de vigilancia instaladas en el interior de los separos municipales, Campa, según la versión oficial, habría realizado el acto suicida sin que se percataran de ello los encargados de monitorear los videos y el policía de guardia quien habría sacado de una celda contigua a otro detenido, sin percatarse de que enseguida pendía el cuerpo de Campa.
Esta versión fue adelantada poco días después de los hechos por el propio jefe de Seguridad Pública, Mario Alberto Andrade, quien definió la participación de los agentes como una simple irresponsabilidad al haber descuidado al detenido en el momento en que subrepticiamente introducía el cinto.
Ahora es probable que este lunes el comisionado estatal de Derechos Humanos ratifique dicha versión con más o menos atenuantes que desliguen a los policías involucrados de cualquier sospecha de asesinato.