El Estado de Sonora “es codiciada por grupos criminales, por su condición geográfica fronteriza y su colindancia con Baja California y Chihuahua, en donde operan grupos de narcotraficantes con los que ha conformado una región definida por la intensidad de las actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico”, afirma la Procuraduría General de la República.
En un documento difundido por El Universal, la PGR señala que el territorio sonorense es disputado por los cárteles de la droga debido a su condición fronteriza.
Los municipios claves, añade el documento, son San Luis Río Colorado y Agua Prieta, a través de los cuales no solo se trafican drogas sino también armas e indocumentados.
El municipio de San Luis R. C. es uno de los más conflictivos pues a él llegan cargamentos de droga dirigidos a Estados Unidos vía Arizona, o hacia Tijuana, Baja California.
Este mapa delictivo incluye al municipio de Agua Prieta, “el más importante para el traslado de indocumentados” que pretenden llegar a territorio estadounidense.
El documento de la PGR indica que los carteles de la droga utilizan a los traficantes de indocumentados como burreros para que pasen pequeños cargamentos de droga al otro lado de la frontera.
El documento menciona la presencia del crimen organizado en Hermosillo, “principal foco de consumo de drogas en la entidad”, mientras que el municipio de Álamos es la mayor región productora de enervantes del estado.
Sonora “posee carreteras que conectan con la ruta del Pacífico; redes ferroviarias procedentes del occidente del país, amplios litorales y zonas desérticas idóneas para instalar pistas clandestinas, utilizadas en el tráfico de drogas”, asienta el documento de la PGR.
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