Ya ve usted….el beisbol que quita y echa a tierra cualquier pronóstico…por eso la pasión.
Esta vez, en medio del drama, hundiendo al mejor equipo de la temporada por un equipo comodín inspirado, motivado, triunfante… con un héroe, Mario Valenzuela dando dos jonrones y en la novena un candente doblete… ¡para el adiós Culichis!
Anoche, ufff, juegazo de altos voltajes (6-4), con una fanaticada guinda esperanzada en un séptimo juego que simple y sencillamente la “Furia Azul” no dejó llegar para el dolor, coraje y todo lo que usted quiera de los colores guindas.
Intensa pasión, de máximo nivel, sí señores, y ahora todo está listo para la gran final a partir de este sábado en el “Oroz Gaytán” con un ambientazo que ya se siente y para qué contarle.
Qué fiesta beisbolera… con unos Yaquis, campeones defensores de la LMP (y del Caribe) buscando el bicampeonato y, algodoneros, deseando vengar la afrenta del séptimo juego del año pasado, sí señor.
Ayer, lo que fue toma y daca, vino a resolverse entre la octava y novena cuando parecía que Culiacán iba por el séptimo choque, pero olvídese:
Vamos a la apertura del noveno con empate a cuatro:
Ante Amaury Sanit, el gran stopper, ya con dos outs, Brad Snyder pegó sencillo y de pronto, ¡silvante línea de Mario Valezuela por el callejón del left-center que mandó a la registradora la que marcó la diferencia!
Todavía llegó hit al derecho de Jesús “Chuyito” López para el remache que iba a apagar las candilejas en el “Ángel Flores” y hasta las próximas pizcas.
Cuadrangular de tres enormes carreras de Refugio “Cuco” Cervantes en la sexta parecía que iba a poner la mesa lista para el séptimo decisivo, ¡pero qué bah! en esta pelotita redonda nada está escrito:
En ese episodio se registró un hecho por demás dramático cuando Corey Aldridge pegó línea entre izquierdo-central de Cory Aldridge que atrapó Leo Heras, pero que el umpire Oscar Marín decretó pelota viva cuando vio cómo el jardinero soltó la bola al tratar de sacarla del guante borrando una jugada de doble play.
De acuerdo a las nuevas reglas, los ampayers se fueron a su caseta, analizaron la jugada y volvieron al campo con la decisión de que los dos corredores quedan quietos dando a Aldridge el imparable, lo que provocó airada protesta del mánager Enrique “Che” Reyes, quien metió a sus jugadores a los vestidores, negándose a seguir las acciones.
Sin embargo, los hombres de azul mantuvieron su decisión, los Azules volvieron al terreno para evitar el “forfit” (caray) y vámonos con el tablazo del “Cuco” para la locura en el estadio.
Pero no todo estaba escrito: en el octavo, el algodón, muy cotizado y en euros, logró sensacional empate.
Mario Valenzuela hizo de nuevo su parición con cuadrangular ante el Jesse Chavez y más que pronto llegó doblete del “Chuyito” López… con una grada guinda temblando, angustiada y por allá a lo lejos, una afición algodonera paralizada por los que veía, escuchaba y sentía a distancia.
Vino toque de sacrificio de José Félix y el orgullo de Tecate, Leo Heras ¡dio un “Texas” atrás de segunda ante Oliver Perez para así señalar el empate a cuatro…. Ufff!
Lo demás, usted la lo vio con Alan Guerrero (2-0) lanzando relevo de dos episodios en blanco y el glorioso salve de Sean Gleason mostrando de nuevo una efectividad a prueba de cañón.