ÁLAMOS.- Los sábados en la noche del FAOT son siempre memorables. Es el día en que más visitantes llegan, las calles lucen llenas, la noche es larga. Este año no fue la excepción.

Todo comenzó con la Gala de Zarzuela en el Callejón del Templo. El coro Guillermo Sarabia y Ballet de Chepina Guerra, con la Orquesta Filarmónica de Sonora con Patrón de Rueda como director concertador, regalaron al público un verdadero espectáculo de calidad.

El público abarrotó el callejón. Incluso había personas trepadas en las bases de las columnas. El escenario fue impresionante. Con un juego de luces, lograban crear con inmediatez la atmósfera adecuada para cada número, teniendo como fondo el Templo de la Purísima Concepción que también estaba bellamente iluminado.

Pero lo más impresionante fueron los artistas protagonistas, que en su gran mayoría son jóvenes veinteañeros, todos ellos cantantes preparados, bailarines y actores de Mazatlán, quienes dieron lo mejor de sí y eso el público lo percibió desde los primeros números quedando pronto enganchado. 

La música española fue briosa, festiva y desde luego, apasionada. El vestuario soberbio. Entre el público se encontraban muchas personas que nunca habían presenciado un espectáculo de esta índole. Estaban maravilladas.

Música, danza, actuación, con un coro grande, muchos actores, estupendos bailarines, orquesta completa, todo ello en un escenario inmejorable. Al final el público ovacionó y hasta se quedó un rato comentando sus impresiones entre ellos sin ocultar su sonrisa.

Al finalizar la zarzuela, ya cada quien agarró su rumbo. Unos se fueron a cenar a la Alameda en donde hay de todo, otros a la bohemia con la estudiantina, o a escuchar la música de banda afuera del mercado, o al conjunto norteño, o a las bandas de rock en la Casa de las Delicias o a sentir el ambiente casi de antro en las escalinatas de la casona frente a la Plaza de Armas.

Algunos probaron un poco de todo y otros sencillamente prefirieron pasar un rato romántico en la banquita de la plaza con su pareja o hacer fila con el dibujante para que le hiciera un retrato. Eso sí, anoche nadie se acostó temprano.

Y dicen que el fin de semana de clausura es cuando viene más gente, ya veremos que tal. Pero por lo pronto, este sábado estuvo bueno.