Estudio muestra cómo los objetos ordinarios pueden ser envueltos en su ambiente natural y desaparecer a ojos del observador en todas las direcciones y desde todas las posiciones.
Científicos estadounidenses lograron, por primera vez, crear un material que permite envolver un objeto tridimensional y hacerlo invisible desde cualquier ángulo, acercando así a la realidad un objeto tantas veces retratado en el cine y en el género de la ciencia ficción.
Los autores de la investigación publicada en el New Journal of Physics señalan que aunque ya se ha logrado ocultar objetos en dos dimensiones, su estudio muestra cómo los objetos ordinarios pueden ser envueltos en su ambiente natural y desaparecer a ojos del observador en todas las direcciones y desde todas las posiciones.
Los investigadores utilizaron un método conocido como "ocultamiento plasmónico" y con la capa lograron ocultar un cilindro de 18 centímetros dentro del espectro electromagnético de las microondas, pero no aun a la luz visible, por lo que lograr que alguien pueda desaparecer a los ojos de los demás, como hace el personaje de Harry Potter, sigue siendo aun potestad de Hollywood.
Algunos de los avances más recientes en el campo del camuflaje mediante ocultamiento se han centrado en el uso de metamateriales basados en la transformación.
Estos materiales artificiales no son homogéneos y tienen la capacidad de curvar la luz alrededor de los objetos, pero este nuevo trabajo de investigación utiliza un tipo diferente de material artificial denominado metamaterial plasmónico.
Los expertos explican que cuando la luz golpea un objeto rebota en su superficie hacia otra dirección, como cuando se lanza una pelota de tenis contra una pared.
La razón por la que vemos los objetos se debe a que los rayos de luz rebotan en los materiales a nuestros ojos y nuestros ojos son capaces de procesar la información.
Debido a sus propiedades únicas, los metamateriales plasmónicos tiene el efecto de dispersión frente a materiales de uso cotidiano.
"Cuando los campos dispersos de la capa y el objeto interfieren, se anulan el uno al otro y el efecto general es la transparencia y la invisibilidad en todos los ángulos de observación", explica el profesor Andrea Alu, científico del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Austin.
Alu, coautor del estudio, señaló que el camuflaje de objetos pequeños "puede ser interesante para una variedad de aplicaciones".
Según explicó, su equipo trabaja en la aplicación de estos conceptos para evitar que se sean visibles las puntas de la capa al microscopio con frecuencias ópticas, lo que "puede beneficiar en gran medida las medidas biomédicas y ópticas".
Entre los retos que afronta su equipo de cara al futuro está el de ocultar un objeto en tres dimensiones usando la luz visible.