Una película sobre la crueldad oculta
Alan Inclán Campoy
Domingo 29 de Enero de 2012

El Listón Blanco
de Michael Haneke (Alemania, 2009)

Un pueblo chico en la Alemania previa a la primera guerra mundial. Ahí un caballo y su jinete, el doctor del pueblo, se accidentan misteriosamente ocasionado por un cable puesto a propósito y eso detona una serie de “misteriosos” accidentes y hechos perversos como desaparecer y golpear salvajemente a niños de manera ritualista, todo esto en un “apacible” y pequeño pueblo del norte de Alemania.

¿Qué es lo que detona esos hechos y por qué tales actos atroces? Esto es el quid del asunto, o -a como dirían en mi pueblo- lo chuqui de toda la película, que se empieza mover en los ámbitos del misterio mezclándose con el drama de varios miembros de una comunidad alemana de principios del siglo XX.

Básicamente esta es la trama en la que rota una de las películas que pasaron desapercibidas en la cartelera es sin duda la del “El Listón Blanco” (Das Weibe Band…) Película alemana dirigida por Michael Haneke, y ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2009. En México llegó a exhibirse en el 2010 de manera muy limitada.

La razón por que la menciono aquí es por que es una de las películas más originales que habla sobre la segunda guerra mundial: La trama se plantea en un tiempo previo al acontecimiento histórico. Entonces se vuelve interesante el planteamiento de Haneke de tomar el totalitarismo alemán sin el totalitarismo ¿Cómo esta eso? Es decir, hay algo latente y malvado debajo de ese “pueblo apacible y armonioso” y en especifico con los niños, la nueva generación del lugar, en un futuro les va a tocar en plena época de la Alemania nazi, pero ¿Y por qué los niños están ligados al futuro fascismo?

Lo que funciona en la película es sin duda el factor oculto, ya que a lo largo de la historia quien comete los actos atroces que perturban la calma del pueblo se plantea en una trama fragmentada, sin saber quienes son los culpables. Aparte es pretexto a conocer los miembros de la comunidad. Esto para hablar de la época de la vida disciplinaria y el puritanismo que se vivía en las comunidades alemanas. Personajes como el pastor, el doctor, el granjero, el señor feudal y los niños de las distintas familias que conforman el pueblo dan pistas de quién perturba la paz.

Y esto da entrada para que se muestre en cada una de las subtramas que tiene el filme, a  plasmar otra crueldad: La crueldad en la vida cotidiana del pueblo, por mencionar la escena amarga en donde el doctor se queja de su relación con su amante, es uno de los diálogos más fríos y amargos que he visto en el cine contemporáneo. Otro ejemplo la escena en que el pastor castiga a sus hijos por llegar tarde a cenar, mostrando una crueldad disciplinaria.

 El adulterio, el hastío de matrimonio, un sugerente incesto y  la disciplina a ultranza destapa una crueldad detrás de las puertas como sinécdoque, pedazos del problema en que se refleja el todo de los actos anónimos atroces que acontecen en el pueblo. Los hechos misteriosos destapa la cloaca de la crueldad que en el pueblo subyacía. Pues a como dirían también en mi pueblo: Pueblo chico, infierno grande.

Este es un filme de las llamadas “lentas” pero no significa que no sea interesante, tenemos el error de mencionar una película como “lenta” como sinónimo de “aburrido”, sino que el ritmo de la película encaja así a la perfección. Otra cosa a mencionar del filme es que esta filmada a blanco y negro y no hay música de fondo para acentuar emoción en el espectador –ni siquiera en los créditos lleva-, sólo aparece un par de veces la música pero es parte de la escena, es decir la música se interpreta en vivo.

Pero esta es una película que evita los lugares comunes de los filmes históricos o “de época” y también en las series de películas de misterio o como dirían los estadounidenses, del genero “Who done it?” Y aquí no se resuelve contratando a un detective tipo Sherlock Holmes. La trama va más allá de resolver los oscuros y extraños perturbaciones en el pueblo sino va hacía lo profundo: plantea la naturaleza de la crueldad  y violencia humana que brota ante la represión de una sociedad disciplinaria a ultranza. Da en el clavo la película que todo está implícito, que deja cabos sueltos para que el espectador encuentre la conclusión de la historia.

Sin duda “El Listón Blanco” esta lejos de ser una película digestiva, quiero decir que no todo se encuentra expuesto, digerido, sino al contrario, impacta al espectador por lo implícito, por lo que esconde y así el espectador intuye lo que acontece. No es el tipo de filme que olvidas la trama después de salir del cine e ir a cenar sushi… Y a propósito, me dejó pensando mucho cuando estaba comiendo un sushi después de ir a verla.

 

 
 

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