Los cerca de 220 pepenadores que conforman la cooperativa que trabajará en el relleno sanitario de Cajeme, están a la espera de que el Ayuntamiento y la empresa que tiene la concesión del relleno, les den luz verde para iniciar labores en el lugar.
Y es que los pepenadores aun trabajan en el basaron municipal al que solo llegan unos cuantos camiones al día, pues desde el pasado 17 de enero la basura es captada en el relleno sanitario, comentó Esther Alicia Rodríguez Acosta, una de las pepenadoras.
“Nos van a entregar unas credenciales y no nos las han entregado, estamos esperando, porque aquí ya no se tira basura, no hay trabajo, venimos a sacar lo poquito que hay pero no sacamos casi nada”, declaró.
Ahora su ingreso diario se ha reducido a 60 pesos, producto de la venta del cartón, plástico, chatarra y aluminio que logran pepenar de la basura, de ahí la urgencia de que los dejen ya operar en el relleno recién inaugurado, añadió Alicia López, quien también vive de esta actividad.
“Antes sacábamos como unos 150, 200 pesos para vivir más o menos ahora pues ya no nos está alcanzando, nos echan lo peor, lo que no podemos sacar y pues tenemos muchos niños hay que darles, estudios y todo”, expuso Alicia López.
Los pepenadores esperan que así como no se le permitirá trabajar en el relleno sanitario a menores de edad, tampoco haya oportunidad para quienes son adictos a algún tipo de droga, quienes suelen crear conflictos entre la comunidad de pepenadores e incluso, incendios en la basura.