HERMOSILLO.- La Procuraduría General de Justicia en el Estado presentó a siete de las ocho personas detenidas por el homicidio de dos niños de diez años y de una mujer de 45 años, a quienes sacrificaron en la población de Nacozari, como culto a “La Santa Muerte”
Los presuntos homicidas y quienes se decían integrantes de una secta que adoraba a “La Santa Muerte”, responden a los nombres de: Silvia Meraz Moreno, de 44 años de edad, originaria de Hermosillo y presunta líder del grupo; Ramón Omar Palacios Meraz, de 28 años de edad, originario de Miguel Alemán e hijo de la mencionada mujer.
Francisca Magdalena Barrón Meraz, alías “La Nena”, de 21 años de edad; Georgina Guadalupe Barrón Meraz, alías “Coki”, de 20 años; ambas originarias de Nacozari; Zoila Ada Santacruz Iriqui, de 45 años, originaria de Bacoachi; Eduardo Sánchez Urieta, de 39 años, originario de Hueyapan de Ocampo, Veracruz, concubino de Silvia; y Cipriano Meraz Aguayo, de 83 años, originario de Madera, Chihuahua, padre de la presunta líder del grupo; así como una menor de 15 años, de nombre Silvia Yahaira.
José Larrinaga Talamantes, vocero de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, manifestó que agentes de la PEI recibieron el reporte, por parte de sus familiares, de la desaparición del niño Jesús Octavio Martínez Yáñez, de 10 años de edad, quien era hijastro de Martín Iván Barrón Meraz.
Por lo que un grupo especial de la PEI, encabezado por la comandante encargada del departamento de Personas Extraviadas, inició con las indagatorias, logrando establecer que los hoy detenidos privaron de la vida al menor, a quien sacrificaron en marzo de este año, como culto a “La Santa Muerte”.
El Vocero de la PGJE reveló que fue Silvia Meraz, quien convenció al resto del grupo de ofrecer sacrificios humanos a “La Santa Muerte”, ya que estos les traerían beneficios tanto en lo económico como en la salud y les daría “protección”.
Por lo que persuadió a sus descendientes Francisca Magdalena, a Ramón Omar, a Silvia Yahaira, a Zoila Ada, quien es concubina de uno de sus hijos; a su propio concubino Eduardo Sánchez así como a su padre, Cipriano Meraz para dar muerte a tres personas en distintas ocasiones, siendo así que asesinaron a una mujer adulta y a dos infantes.
De las indagatorias realizadas, añadió, se desprende que Silvia participó como autora intelectual de los tres homicidios, así como materialmente en el primero y en el último de ellos, los cuales fueron orquestados junto con su concubino, y en los que su predilección era degollar a las víctimas, argumentando que “La Santa Muerte” así lo prefería y de ésta manera les indicaría dónde había dinero para robar, lo que sería parte de la recompensa.
Las víctimas que fueron sacrificadas bajo sus órdenes son: Cleotilde Romero Pacheco, de 44 años de edad, quien era amiga de Silvia, y a la cual asesinaron en diciembre del 2009; Martín Ríos Chaparro, de 10 años de edad, hijastro de Eduardo Sánchez Urieta, concubino de Silvia, pero con otra mujer, en julio del 2010; y Jesús Octavio Martínez Yáñez, de 10 años, hijastro de Martín Iván Barrón Meraz, quien es hijo de la líder del grupo.
Al continuar con la investigación, los agentes de la PEI lograron localizar los cadáveres de las víctimas en un radio de cien metros a la redonda, hacia el Este de las afueras de la población de Nacozari de García.
Encontrándose enterrado el cadáver del primer homicidio con signos de haber sido semicalcinado; los restos óseos del segundo sacrificado se ubicaron en las inmediaciones de un arroyo y finalmente el cuerpo de la tercera víctima se halló enterrado bajo una losa de concreto que construyeron para impedir que se desprendieran malos olores.
Los detenidos se encuentran a disposición del Agente del Ministerio Público del Fuero Común.