En la historia de Cajeme figuran también como un símbolo de ciertas épocas los restaurantes, taquerías y fondas más populares.
La tradición de la carne asada tuvo, por ejemplo, un santuario en la década de los sesenta y los setenta. Era el Merendero Dina, de José Luis Preciado y su familia quienes sirvieron de anfitriones en cumpleaños, reuniones de amigos, cenas románticas o visitas que acudían simplemente por el placer de saborear la exquisita carne asada y la salsa incomparable que allí se servía.
En su época dorada, el Dina fue también el punto de visita obligado para cantantes y artistas de moda que acudían a la invitación de Preciado para conocer la tradicional carne asada sonorense. Con estas visitas él armó un colección fotográfica, su orgullo, que decoraba las paredes del merendero.
Hombre generoso y agradecido con esta tierra, a donde vino en su juventud procedente de Jalisco y los Estados Unidos, José Luis Preciado organizó durante varios años la entrega de reconocimientos a los que denominó “Los Yaquis de Oro”. Gente de pueblo lo mismo que empresarios, políticos, deportistas y celebridades de toda índole recibieron esta distinción alguna vez.
Hoy en la esquina del Merendero Dina (Sinaloa y Guerreo) funciona un restaurante de comida china.
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