El golazo que Cuauhtémoc Blanco anotó en balón parado contra el Pachuca este domingo, no fue suficiente para que el América ganara el campeonato.
Pero sí alcanzó y sobró para confirmar la personalidad de Cuauhtémoc Blanco como un grande del futbol mexicano.
Polémico, contradictorio y arrogante, Blanco es ante todo un gran futbolista que emigra a otras latitudes en plenitud de facultades a una edad cuando otros ya se están retirando.
Se va a Estados Unidos y de seguro quien más lo va a resentir es el propio América, que tardará un buen rato para encontrar otro líder de la talla de este tepiteño que luce habilidad, picardía y buen futbol, a pesar de que algunos lo querían ya en la banca, o de plano en el retiro.
Pero Cuauhtémoc nos demostró este domingo que sigue en plenitud, como el gran futbolista que ha sido en los últimos años, y que lo vamos a extrañar en el torneo mexicano.
Se va Cuauhtémoc, pero se va como un grande.
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