Por M.N.I. Jaime E. Mondragón M.
En el ESCRITORIO ECONÓMICO que inicia el trato de este apasionante tema (hace dos semanas) apunté que el Gasto institucional en atención médica a los pensionados y jubilados es creciente por los insumos que implica(instalaciones, tecnología, medicamentos y personal calificado). Ahora digo que económicamente hablando, este elevado gasto público implica un ingreso imputado para los beneficiarios. Si éstos reciben sin pagar un servicio necesario y especializado que tiene un precio comercial (aunque sea solamente referencial), entonces podemos decir que para ellos equivale a un ingreso.
En general y en términos económicos estrictos, las pensiones y jubilaciones en todo el mundo son una cuestión de beneficios y costos. Mientras que sus costos crecen, los ingresos de las instituciones de Seguridad Social disminuyen,en parte por la caída brutal del empleo formal y en parte porque los empleadores se resisten a pagar este tipo de contribuciones obligatorias. En consecuencia, las aportaciones fiscales de gobierno para cumplir propósitos asistenciales tienen un ritmo impresionante de crecimiento y sus proporciones respecto al PIB se tornan preocupantes en la mayor parte de los países del mundo.
Resumo lo escrito en los dos ESCRITORIOS ECONÓMICOS anteriores: Si al concepto Deuda Pública del país le sumamos la deuda de las instituciones de seguridad social, tenemos un problema mayúsculo en las finanzas gubernamentales. El problema es que esta clase social de personasinactivas con ingresos asegurados por conceptos de pensiones y jubilaciones, compuesta por gente mayor y ancianos con una vigorosa dinámica de crecimiento, tiene una fuerte significación política y un profunda significación moral .
La mayor parte de las personas están en favor de que los pensionados y especialmente los jubilados, reciban sus dineros del IMSS o del ISSSTE. Parece que es una cuestión de estricta justicia puesto que cotizaron a lo largo de su vida laboral. Pero en la realidad hay razones utilitarias y egoístas que conviene mencionar: estas personas que están en favor de los jubilados y pensionados confíanen que sus padres recibirán estos recursos que debe otorgarles el IMSS o el ISSSTE para que i) no sean una carga económica para ellos y/o ii) para que sus padres no gasten el patrimonio que constituye la herencia que esperan recibir en un futuro no lejano.
En lo que a la política se refiere, imagine usted las consecuencias que le esperan a cualquier político o gobernante que exprese con honestidad la verdadera situación financiera de las pensiones y jubilaciones. La sola insinuación de hacerrecortes en los montos, o su intención de revisar, con propósitos de modificar las políticas tradicionales de asignación de las pensiones y jubilaciones, le generarían a este político una repulsa pública general y escandalosa. En términos muy francos, estaría cancelando grotesca y definitivamente su carrera en la política o en el Servicio Público.
Pero vistas las cosas con realismo, los dineros que ahora reciben los pensionados y jubilados son recursos que aportan para otros propósitos muy definidos las personas activas. Estos recursos, básicamente impuestos y contribuciones de diversos tipos, deben destinarse a la Inversión económica y social. Son recursos fiscales de los ciudadanos activos que deben regresárseles en obras y servicios que hagan más productivo su presente y más seguro su futuro económico.
En términos muy precisos: Son recursos que no deben destinarse para el pago de pensiones y jubilaciones.
Los trabajadores activos, por las cuotas que aportan a las instituciones de Seguridad Social (IMSS e ISSSTE en el caso de México), debieran recibir servicios médicos y asistenciales convenientes, además de tener la certeza de que están contribuyendo a la formación de un FONDO FINANCIERO que en el futuro lejano les permitirá recibir la pensión o jubilación que les asegure una vejez digna.
Pero la realidad es otra y muy frustrante. No reciben servicios suficientes y eficientes y tampoco se están acumulando recursos para su manutención de retiro. Los recursos (cuotas) que el IMSS e ISSSTE reciben de trabajadores y empresas no alcanzan ni siquiera para pagar las pensiones y jubilaciones vigentes y en consecuencia, los servicios de medicina y otras prestaciones son pocos, inoportunos y de mala calidad.
Hay inversiones públicas y privadas que son estrictamente necesarias para asegurar el bienestar futuro del país (educación, salud, Investigación y Desarrollo, infraestructura física para la producción) que se están reduciendo o cancelando sistemática y peligrosamente. Algunas se justifican con el argumento de que se posponen, cuando la realidad oculta es que no hay recursos para emprenderlas. Y estas inversiones estratégicas no se hacen porque los recursos se canalizan al pago de los beneficios adquiridos por la clase pasiva (pensiones y jubilaciones).
El problema del Costocreciente de la clase pasivano es exclusivo del gobierno. Las empresas privadas enfrentan el mismo problema en las jubilaciones privadas y en los planes de salud para los ancianos. Luego comentaré en extenso que estas obligaciones empresariales en favor de sus trabajadores son en lo posible, eludidas por las empresas (utilizando el Outsourcing, por ejemplo). Y si acaso el gobierno aprietaa las empresaspara obligarlas a cumplir con estas obligaciones laborales (que ciertamente son un costo de la producción), se van de la región o del país y se instalan en paraísos fiscales y laboralesdonde estas contribuciones son insignificantes o inexistentes.
Con lo apuntado, puede usted percatarse estimado lector, que hay una competencia no declarada pero dramáticamente real, entre trabajadores activos e inactivospor los recursos financieros públicos. Lo cierto es que cualquier gobierno que mantenga invariables i) las tendencias de envejecimiento de su poblaciónii) de captura declinante de cuotas de Seguridad Social y iii) de pago de pensiones y jubilaciones, está destinado a reventar en un plazo de pocos años. Reitero: Pocos países en el mundo actual se salvan de esta problemática que resumo en una sentencia lacónica y ominosa: No hay dinero para pagar pensiones.
Hay una situación paradójica interesante: Los trabajadores activosno se pronuncian en contra de los beneficios (pensiones, jubilaciones y servicios de salud gratuitos) de los inactivos por varias razones, entre las que es conveniente mencionar las siguientes: a) porque se trata de la generación de sus padres,a los que no quieren mantener en su vejez ii) porque ignoran la gravedad del problema económico de las pensiones y jubilaciones y su impacto en las finanzas públicas y el Bienestar general y iii) porque se aferran a la ilusión de que ellos también tienen el retiro (y su futuro) asegurado con una pensión (jubilación) en los términos pactados.
Si usted tiene interés en esta cuestión, lo invito a continuar la lectura el próximo domingo. Si es pensionado o jubilado, le ruego no desarrolle malos sentimientos contra mi persona por lo que escribo. Simplemente Imagine que soy el médico que le da una muy mala noticia de su salud. Se lo digo con aprecio: Ignorar el mal … no le devolverá la salud. Más vale hacer los arreglos oportunos. Yo se bien lo que le digo.