LONDRES.- Un grupo de avistadores británicos de ovnis celebra 50 años en su continua búsqueda de vida extraterrestre. ¿Pero por qué siguen buscando?
No hay ventanas en el salón del sótano de un hotel en el norte de Londres. Pero todos los que se reúnen aquí viven observando el cielo.
La conferencia anual de la Asociación Británica de Investigación de Ovnis (Bufora, por sus siglas en inglés) es una reunión de entusiastas de los fenómenos aéreos inexplicables que -según creen- pueden ser evidencia de vida extraterrestre.
Decenas de personas han viajado desde distintos puntos de Reino Unido para llegar a este encuentro, y escuchan a los oradores invitados con paciencia y atención.
Muchos toman meticulosas notas en las charlas sobre temas como "Cohetes fantasma", "Influencias políticas, culturales y sociales de los ovnis" o "Detrás de todos los reportes de anomalías".
La ufología -como la llaman sus seguidores- es una subcultura con su propia lexicografía: grises (alienígenas humanoides), contactados, encuentros cercanos.
Los ufólogos también tienen sus temas recurrentes -abducciones, encubrimiento de los gobiernos- y una estética visual distintiva que es una especie de mezcla retro futurista y New Age.
Base "científica"
En un puesto de libros de la conferencia destacan títulos como "El verdadero hombre de negro", de Nick Redfern, "Reflexiones de un investigador de ovnis", de Kevin Randle y "El significado oculto de los ovnis", de Douglas Baker.
Predominan los hombres mayores. Pero alrededor de una tercera parte de los asistentes parece menor de 30 años, y hay una proporción similar de mujeres.
La asociación defiende la base "científica" de su objeto de estudio, y toma distancia de sectores más esotéricos o místicos del movimiento, como los Raelianos, que creen que la Tierra fue creada por una raza alienígena llamada Elohim, o los seguidores de David Icke, que predica que la raza humana fue engendrada por reptiles de la constelación Draco.
En cambio, Bufora dedica sus esfuerzos en comprobar los hechos en los casos de avistamientos inexplicables. El grupo sostiene que el 95% de más de 500 casos reportados cada año al Comité Nacional de Investigaciones pueden ser explicados de forma racional.
Y el resto, no están resueltos, y no hay rastros de alienígenas.
Esta lógica, y la mera idea de un avistador de ovnis que adhiere rigurosamente al empirismo, puede provocar una sonrisa burlona entre los escépticos que ven la ufología como un cóctel de pseudociencia, teoría de la conspiración y misticismo.
Los oradores, ciertamente, pueden hacer hincapié en la importancia de basarse en las evidencias y de no dejar que las creencias personales intervengan.
Pero nadie pone objeciones cuando el presentador de televisión Lionel Fanthorpe dice a los oyentes que hay "grandes posibilidades" de que la explicación de los fenómenos extraños en el cielo incluya universos paralelos, vida extraterrestre y "fenómenos psíquicos".
Un fenómeno del siglo XX
Incluso los detractores de estas teorías deben admitir que el mundo de la ufología se ha filtrado y extendido en la sociedad.
Un estudio de la revista National Geographic en junio pasado reveló que un 36% de los estadounidenses creen en la existencia de ovnis y un 10% asegura haber visto alguno. Casai un 80% piensa que el gobierno ha ocultado información sobre este tema.
Sin embargo, el fin de la revista OVNI en 2004 y la decisión del Ministerio de Defensa de Reino Unido de cerrar una unidad especial de investigación de ovnis en 2009 llevaron a pensar que el fenómeno de la ufología decaía con el siglo XX, ligado a la paranoia de la Guerra Fría, el optimismo de la carrera espacial y las referencias de la cultura pop a alienígenas y extraterrestres.
Hasta hubo especulaciones sobre la influencia del 11-S en su declive. Con un enemigo real en el que enfocarse -según esta teoría- la ufología atraería a menos gente.
Pero los aficionados todavía se reúnen y esperan descubrir algo más sobre estos extraños avistamientos en el cielo.
"La película Encuentros cercanos del tercer tipo provocó que mucha gente se uniera a nosotros, como lo hizo E.T. y Expedientes X", dijo a la BBC el presidente de Bufora, Matt Lyons, un alegre maestro de música de 45 años.
Mientras que hay muchos testigos de avistamientos de fenómenos inexplicables a lo largo de la historia, la búsqueda de ovnis se hizo popular después de que el aviador estadounidense Kenneth Arnold reportó haber visto nueve objetos con forma de disco durante un vuelo en 1947. Cinco años después, George Adamski atrajo la atención al afirmar que se había encontrado con alienígenas de aspecto nórdico que le habían advertido sobre los peligros de la guerra nuclear.
Con estos precedentes, Bufora se creó en 1962 y unió a varios grupos regionales.
A los científicos aún no les importaba que los relacionaran los ovnis, como recuerda el funcionario retirado y veterano buscador de ovnis Lionel Beer. En la reunión inaugural de Bufora, en la biblioteca central de Kensignton, en Londres, no cabía ni un alfiler, rememora Beer.
El punto más alto de la influencia de la ufología en la política británica, se podría argumentar, fue cuando la Cámara de los Lores debatió con gran seriedad el tema en enero de 1979.
Para entonces, sin embargo, la observación del cielo había tomado un cariz más oscuro. Los convencidos habían creído que los alienígenas eran los ángeles seculares, inteligentes y bondadosos que Adamski había descrito.
Pero para finales de los años 70 esto cambió: la creencia de que el gobierno de Estados Unidos había encubierto un incidente en Roswell, Nevada, se disparó justo después de que el escándalo de Watergate hiciera tambalear la confianza pública en los políticos.
De hecho, es posible ver la historia social de occidente de posguerra reflejada en las creencias ufológicas: desde el optimismo por los avances tecnológicos a los temores de un ataque extraterrestre durante la Guerra Fría, pasando por la contracultura de los años 60 y el cinismo porterior que tiene su máxima expresión en la serie Expedientes X.
Por esta razón, incluso los escépticos como el Dr. David Clarke de la Universidad Sheffield Hallam -quien abogó por la apertura de los archivos británicos relacionados con la investigación de ovnis- creen que el fenómeno es digno de estudio como muestra de la mitología y el folklore del siglo XX.
"Es pseudociencia, por supuesto", dice Clarke, "pero la gente siempre ha mirado al cielo y ha encontrado enigmas. Antes que los alienígenas fueron ángeles, fantasmas y espíritus".
"Lo que nos dice es que, como seres humanos, necesitamos creer y encontrar explicaciones en algo más grande que nosotros", concluye Clarke.