La permanencia de los vendendores ambulantes, reubicar las paradas de camiones y ordenar la venta de calle que llevan a cabo los comercios establecidos, son factores indispensables para llevar a cabo el reordenamiento del centro de la ciudad, afirma Manuel Montaño.

El síndico municipal y líder de vendedores ambulantes precisa las medidas necesarias para emprender dicho reordenamiento que la semana pasada fue anunciado con bombo y platillo en una reunión a la que asistieron comerciantes, funcionarios, dirigentes empresariales y de otros sectores con intereses en el área.

Se señaló en dicha reunión que el proceso de reordenamiento estaría a cargo del Instituto Municipal de Investigación y Planeación Urbana (Imip) que contempla diversas modificaciones en el esquema actual del centro de la ciudad.

Pero es Montaño quien aterriza el proyecto con medidas concretas, indipensables:

"El reordenamiento del centro debe respetar en primer término los derechos de los vendedores ambulantes que tienen ya varios años dedicados a esa actividad y con permisos legales; no se les debe mover de allí", menciona y se adelanta a un posible intento de reubicar a dichos vendedores en áreas diferentes como los callejones, propuesta que ha estado en el aire desde hace varios años.

"Un segundo factor, también indispensable, es la reubicación de las paradas de camiones urbanos en el centro", añade.

Actualmente, explica, casi todas las paradas están en la calle Sinaloa y otras aledañas al tramo que comprende esta avenida entre Galeana y No Reelección.

Dicha concentración ha favorecido sólo a los negocios comerciales que se encuentran allí y ha dejado abandonados a otras cuadras alrededor del Mercajeme.

Por ejemplo, cita Montaño, la calle Sonora entre Zaragoza y Galeana se ve vacía de transeúntes la mayor parte del día y los negocios allí instalados venden poco, otros de plano han cerrado y sólo un restaurante de comida china mantiene cierta afluencia de clientes.

Y así como esta cuadra hay otras que se van quedando atrás mientras la mencionada de la Sinaloa tiene un intenso tráfico que beneficia en exclusiva a unos cuantos empresarios.

"Hay que redistribuir las paradas de camiones para darle más juego a otros negocios del centro, no sólo a los de una área", reitera.

La tercer medida necesaria, continúa Montaño, es restringir la venta callejera que llevan a cabo los comercios establecidos.

Y explica:

Las quejas siempre se dirigen contra los ambulantes, cuando en realidad son los establecidos quienes tienen ocupadas extensas áreas en las banquetas con mesas de exhibición y venta que impiden el tráfico fluido de los peatones.

Es hora de que se regule a esos comerciantes cuya invasión de banquetas no se justifica, concluye.

Propuestas del IMIP

Mientras tanto, el IMIP, dirigido por Marcelo Aguilar González, define sus objetivos para el centro de la ciudad:

Primero, crear un consejo del centro de la ciudad y un fideicomiso que garantice el éxito del proyecto.

Asimismo atender el ambulantaje y aspectos básicos como la limpieza, recolección de basura, regularización de la publicidad en la vía pública, entre otros. 

En cuanto al proyecto vial, Aguilar González propone la implementación del departamento de movilidad urbana sustentable para mejorar la calidad del sistema vial y dar fluidez y seguridad al tránsito peatonal y vehicular. 

Este esquema abarca la mejora en la calidad y accesibilidad al servicio del transporte público, el mantenimiento vial, la reducción al impacto ambiental, creación de espacios a ciclistas, entre otros aspectos relevantes.