Con la misión de impulsar y fomentar tanto en estudiantes como en la sociedad en general el desarrollo de empresas de innovación tecnológica, la Universidad Tecnológica del Sur de Sonora (UTS) cuenta en su área de vinculación con una incubadora de empresas de tecnología intermedia.

Tener una idea, echarla a andar y que rinda frutos no es tan sencillo como se dice, más aún en el contexto actual de alta competitividad y de complicados trámites que tiene que llevar a cabo la empresa. Por ello la importancia de las incubadoras, unas relativamente nuevas instancias a las que puede acudir el emprendedor para que con una asesoría profesional obtenga las herramientas y conocimientos necesarios, el soporte para que su idea, su empresa, pueda llevarse a cabo, desarrollarse y sea competitiva.

Existen tres tipos de incubadoras de empresas: las de negocios tradicionales, las de tecnología intermedia y las de alta tecnología. La UTS cuenta con una de tecnología intermedia.

La maestra, Ing. Yadira Beltrán Márquez, responsable de la incubadora y la Lic. Lorenia Fernanda Castro, asesora y consultora de imagen corporativa, explican a continuación para los lectores de InfoCajeme acerca de la incubadora y los servicios que ofrece.

Para empezar, Yadira Beltrán nos aclara cuáles son las empresas de tecnología intermedia:

“Son empresas que están un poco más arriba de lo tradicional y por debajo de lo especializado, de lo avanzado. La palabra clave de la tecnología intermedia es innovación, la cual, puede ser en el producto o en los procesos. Por ejemplo, una zapatería es un negocio tradicional pero si a ésta, en el proceso de incubación le ayudamos a que haga su catálogo, a que organice bien su inventario o a que haga una página de internet, o sea algo innovador que aumente más las probabilidades de éxito, eso la convierte en una de tecnología intermedia. Puede ser algo muy sencillo pero que hace la diferencia entre algo muy tradicional. También como puede ser el caso de una tortillería, si a las tortillas que hacen a mano le ponen un empaque bien impreso de color, o asegures que el local sea muy limpio, que sea sustentable y se utilicen bolsas ecológicas, entonces el producto adquiere más valor”.

Sobre qué es y por qué la necesidad de una la incubadora de empresas en la UTS Fernanda Castro menciona:

“Es un medio por el cual la Universidad ofrece a los emprendedores de la región una forma de establecer sus propias ideas de negocio y hacer que su empresa funcione. Nosotros lo que hacemos es formar un plan de negocios, proporcionarle asesoría y herramientas”.

Y continúa:

“En nuestra regióna mucha gente le sucede que al establecer un nuevo negocio, no le funcione, y esto es debido muchas veces a que estos emprendedores no tienen la base teórica para entender cómo llevar a cabo la actividad y creen que porque su idea es tan buena el público en automático va a llegar, creen que no necesitan publicidad, que ellos solos pueden llevar a cabo su gestión jurídico legal y que no necesitan nada mas que establecer su propia idea de negocio y echarla a andar. La misma confianza o ignorancia de las personas que a veces no conocen todos los ámbitos, resulta en que la empresa se venga abajo o no despegue, y es entonces cuando dicen  “este negocio no sirve”, pero ¡sí sirve!, lo que pasa, es que seguramente no lo llevaron a cabo correctamente”.

De lo que ofrece la incubadora de empresas de la UTS y el proceso que llevan con los emprendedores Yadira Beltrán explica:

“Después de un proceso de pre-incubación en donde se perfecciona la idea de negocio y se identifica la innovación, reciben asesoría de parte de especialistas en gestión de mercado, procesos productivos, estrategia financiera, gestión jurídico-legal, imagen corporativa y diseño industrial. Además se les brindan talleres de desarrollo humano, plan de vida, inteligencia emocional, análisis de mercado, técnicas de ventas y finanzas. Para ello se les asigna un consultor guía que los estará acompañando hasta tener el producto final que es el plan de negocios. Este proceso con los proyectos de tecnología intermedia duran entre 6 y 8 meses en promedio, sin prisas; pero hay personas que vienen con prisa y si éstas demuestran interés y compromiso, se puede terminar antes. Una vez que ya se tiene el plan de negocios, ya como valor agregado, nosotros también les ayudamos a vincular el financiamiento”.

Respecto a como ha sido el balance del funcionamiento de la incubadora, menciona:

“La incubadora de negocios de la UTS es de las pocas que se ha ganado prestigio por si misma. No nos hemos metido en ningún problema, que normalmente a ello se presta y el Estado nos reconoce porque dan seguimiento a los emprendedores asesorados, les llaman y hay muy buenos comentarios. En esto tienen mucho que ver nuestros consultores que son internos, son maestros de la institución que es gente muy comprometida y con sentido altruista. Aquí recibimos a toda persona emprendedora, no despreciamos a nadie ni por su persona ni por el tipo de proyecto que quiere realizar, y es muy bonito ver cuando llegan preocupados y se van con una sonrisa, más cuando llegan hasta obtener un financiamiento”.

Y concluye comentando:

“La incubadora de empresas de la UTS es un proyecto que beneficia ampliamente, es muy importante, necesario en la región y además, es gratuito. Debería interesarle más a los estudiantes, pero apenas un 2% de los proyectos por año son de ellos, viene más gente de fuera o son familiares de los mismos estudiantes. Ojalá que la incubadora continúe ya que es un proyecto del presidente Calderón, haber ahora con el nuevo”.

Para más información y contacto visite:
http://www.uts.edu.mx/Principal/Vinculacion/Incubadora%20de%20Empresas