Un campesino indio que decidió contraer matrimonio luego de obtener su título de educación secundaria reprobó esta semana por vez número 38 su examen escolar pero a sus 73 años aseguró que seguirá intentándolo y que luego cumplirá con su promesa de casarse.
El matrimonio resulta a muchos adultos lo que la escuela a la mayor parte de los jóvenes: un infierno. Sin embargo, para Shiv Charan Yadav, habitante de la provincia india de Rajhastan, entre ambos el último parece ser el "menos malo".
Desde 1969, cuando decidió que su matrimonio sería como bachiller o no sería, Yadav intentó convertirse en un digno aspirante al altar en 38 oportunidades, pero no buscando una novia sino presentándose en vano a los exámenes de escolaridad.
Este monumento a la perseverancia humana -o posiblemente sólo un genio escapista de las responsabilidades adultas- comienza a generar sospechas entre sus profesores y seguramente al catedrático de literatura le recuerde la Ilíada de Homero cuando Penélope decide elegir al sucesor de Ulises cuando terminara de tejer un sudario para su suegro, el cual hábilmente deshacía a la noche para retrasar la fecha.
"Cuando pase me voy a casar con una chica de 30 años", manifestó Yadav al diario indio Metro News. Sin embargo, tras haber sido reprobado en matemáticas, probablemente desconozca la diferencia entre sus 73 años y los 30 de la hipotética compañera.
Además, de tener que iniciar un curso prematrimonial, probablemente su cuerpo no pueda soportar 38 intentos para superarlo.
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