El Vertedero Cultural

Las redes sociales están cambiando la manera de relacionarnos, así como el ipod cambió drásticamente la manera de escuchar música, Facebook sin duda ha cambiado y monopolizado el espacio social. Chatear, compartir archivos, publicar fotos, pensamientos, gustos, jugar, ligar, todo al mismo tiempo. Incluso Facebook es un espacio virtual donde uno puede reconstruir la personalidad ¿impopular en tu vida? La versión photoshop y multi-mediática de tu muro puede lograr un atractivo social como nunca te lo puedes imaginar. La cantidad de “likes” es la vara en la que se mide uno hoy en día y esto ocasiona cierta ansia en la vida social.

Me he percatado que gente cercana a mí sufre cierta ansiedad si en todo el día no se han conectado a la red social, y es que no estar conectado ya no es pretexto: casi todos los negocios cuentan con wi fi, los smartphones como el android o el iphone –solo por mencionar dos- tiene acceso inmediato a la red. Así que no hay pretexto. Facebook llega a unos 15 millones de usuarios mexicanos en promedio, en su mayoría es usado por una población joven –entre 15 y 35 años-  que utiliza la red unas 30 horas promedio por mes, según comScore.

La presión por ser novedoso, cómico, interesante en tu muro ocasiona esta ansiedad, ya que para ser relevante socialmente tienes que actualizar tu muro a diario. Y entre más contactos tienes eres más propenso a sufrir esa ansiedad, ya que entre más amigos tienes es más la responsabilidad de estar actualizado. Pensemos que el muro de Facebook es como la primera plana de un periódico personal: hay que ser notable cada día.

Esto lo ligo con un estudio de Edinburgh Napier en Escocia, sobre el impacto de la red social en 200 voluntarios que utilizan redes sociales, y el resultado del estudio fue interesante: se llegó a la conclusión que la mayoría de los usuarios sufren de ansiedad por no conectarse a la red social, y aumenta el mal a quienes tienen más contactos.

Estos datos me hace surgir la siguiente pregunta retorica: ¿las redes sociales han mejorado nuestra vida? No lo creo. Creo que nuestra vida se ha vuelto más neurótica de lo que era. Las relaciones interpersonales se han vuelto más demandantes hoy en día. Esto debido a que antes solamente tenías que lidiar con una vida social, ahora son dos: la “real” y la “virtual”.

Digamos que resulta más carga llevando una vida virtual muy activa, por lo tanto se es más susceptible a sufrir de ansiedad debido a que ya no hay pretextos por no comunicarse, específicamente, por no contestar inmediatamente en el muro del Facebook o revisar cuantos likes han puesto en la última foto de amigos o de la chica que pretendes, o de querer subir la última foto de tu acontecimiento cotidiano: Ya todo en tu vida virtual es relevante. Incluso si se te cruza una frase estupenda en tu vida real, surge la necesidad inmediata de subirlo en tu muro.

La compartición social se ha vuelto demandante. Hay que vaciar todo lo importante de tu memoria orgánica a la red social para que trascienda. Hay que estar al tanto de las novedades de las redes a cada hora, si no estás fuera de la dinámica social

No quiero llegar a decir un cúmulo de anotaciones negativas de vivir en las redes sociales. En lo personal, tengo una cuenta de Facebook pero no necesariamente tengo que verter a mi muro cualquier acontecimiento en mi vida. El portal es fabuloso, puedes subir un evento y es igual de efectivo que apoyarse de la publicidad tradicional, pero me resisto a la seducción de verter mi tiempo en jugar con las aplicaciones que a decir verdad están ahí para tenerte amarrado a la red. Creo que hay que poner más atención en la calidad que la cantidad de información que se pone en Facebook.

Sin duda, se inaugura otra nueva especie de neurosis: La ansia de las redes sociales. Quienes han sentido alguna vez cierta desesperación o angustia por no estar conectado a Facebook por tres días –y es pedir mucho estar por tres días desconectado- es de tomar atención ya que cada vez nuestra vida es mas demandante envuelto en la vorágine de Facebook.

La Facebook es muy seductora: Sube fotos al instante edificando tu popularidad mientras puedes jugar con las aplicaciones gratuitas que te ofrece, por supuesto, chatea y comparte tus gustos a la vista de un público –cercano o no a ti- que cada vez más toma como referente tu cuenta de Facebook como termómetro de tu personalidad. Sí, la condición de hoy día

Pero, si esta condición multimediática es la tendencia “cool” de la sociedad “moderna” –lo que sea que signifique moderno- su dinámica en el fondo es estresante. A lo que voy finalmente a otra pregunta retórica: ¿por qué cargarnos más estrés de la virtualidad? Con la real es suficiente.