La sed de venganza seguirá durante un buen tiempo: México no pudo derrotar a Estados Unidos y cayó por 2 goles contra 1 en un partido que inició ganando.
De nuevo, la aparición de un gol milagroso fue el factor que sepultó las ilusiones de la afición mexicana que apoyó con todo a su equipo.
Si hace un año fue el gol increíble del argentino Maxi Rodríguez el que dejó a México fuera del Mundial de Alemania, ahora fue también un golazo de Feilhaber el que arrebató a los tricolores la Copa de Oro.
Pero si algo positivo queda de este juego, aunque las derrotas nunca sean positivas, es el regreso de la selección mexicana a un nivel de juego que no había demostrado a lo largo de este torneo, en el que por cierto se criticó mucho a Hugo Sánchez por no tener a su equipo en buen nivel.
México tuvo en esta final momentos de buen futbol, se notó que ya está cuajando el esquema que Hugo quiere imponer como estilo de juego para los mexicanos.
Y esto será muy importante para la Copa América que empieza esta semana y que, como es sabido, tiene mucha más calidad y es más exigente que la Copa de Oro.
Así a partir del miércoles Hugo Sánchez y sus muchachos tendrán una buena oportunidad para demostrar cuál es el nivel real de la selección.
Y los aficionados tendrán una oportunidad más para seguir soñando y olvidar este descalabro que nos amargó el domingo.
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