Cuando se revisa la historia de la comicidad en México es inevitable conceder un trato especial y por separado a Mario Moreno Cantinflas, el gran mimo mexicano. En mis dos últimos ESCRITORIOS ECONÓMICOS he presentado a los principales cómicos que hicieron historia en el país a lo largo de muchos años. Dejé a Cantinflas para este último capítulo.
Mario Moreno Reyes nació en la Ciudad de México en 1911 y allí mismo murió en 1993. Inicia su vida artística a finales de los años veinte en las carpas de la capital del país y fue en ellas que accidentalmente creó la imagen prototípica con la que se haría famoso. Con su personaje se convirtió en el cómico más famoso del país. A nivel mundial fue comparado con Charles Chaplin, el célebre Charlot. También se le comparaba con el famoso cómico norteamericano Groucho Marx.
¿Sabe usted, lector, que Cantinflas se llamaba Mario Fortino Alfonso y que fue uno de 12 hijos de un humilde cartero? No por nada hizo una película que tituló El Cartero, que ganó el aprecio general del público nacional.
Luego de una muy efímera incursión en el Ejército, del que debió salir por haberse enrolado siendo menor de edad, dedicó su tiempo y energía a trabajar en circos y carpas, escondiendo esta actividad del conocimiento de su padre. En estos últimos escenarios nace su famoso personaje, que era la representación de un hombre de los barrios pobres, una versión del típico pelado delas grandes ciudades. Según el escritor Salvador Novo, que fuera cronista de la Ciudad de México, “este personaje fue exitoso porque se asoció con parte de la identidad nacional de México, sobre todo de las clases bajas.”
Este personaje que adquirió gran fama no fue creación original de Mario Moreno, al decir de algunos de sus críticos. Éstos sostienen que el personaje lo plagió a Manuel Medel, su socio en los inicios de la carrera en cine. Lo que está fuera de discusión es que Cantinflas fue uno delos artistas pioneros que contribuyeron destacadamente a hacer la Época de Oro del cine mexicano.
Respecto al origen del nombre del personaje, algunos estudiosos de su biografía sostienen que se trata de un nombre sin significado, que Mario lo inventó para evitar que sus padres se enteraran que trabajaba en el negocio del espectáculo, ya que la consideraban una ocupación vergonzosa y de peligro para un joven.
La versión más aceptada del origen del nombre Cantinflas la escribió Carlos Monsiváis, biógrafo, crítico y amigo personal del artista. Según este conocido intelectual de fama nacional y experto en el tema de la vida artística, el joven Mario Moreno una noche olvidó su monólogo original cuando actuaba en la carpa Ofelia, por el pánico escénico.Tratando de salvar la situación comenzó a decir lo primero que le vino a la mente y lo que salió fueun discurso con una graciosa incoherencia, un verdadero galimatías. Los asistentes se sorprendieron del discurso inconexo y se desternillaron de la risa. Mario se dio cuenta del efecto que había producido y allí descubrió lo que el destino había puesto accidentalmente en sus manos: el estilo que es la manipulación del caos.
Semanas después, continúa el escrito de Monsiváis, Mario se inventa el nombre cuando alguna persona de la gradería de la carpa, divertido con las frases sin sentido del artista, le grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas». De la contracción de la frase, cualquiera de las dos, nace el nombre que le daría fama nacional y mundial: Cantinflas. Por supuesto, estimado lector, si usted tiene otra versión, es posible que sea la correcta.
Sus inicios artísticos los hizo en las Carpas de barrios (teatros populares) y en una de ellas, la Carpa Valentina, conoció a Valentina Ivanova, mujer de nacionalidad rusa, hija del propietario, con la que se casó en 1934. Vivió con ella hasta su muerte, acaecida en 1966.
¿Le cuento algo, amable lector? Esta dama era hermana de Shillinsky, cómico cantante que hacía pareja artística con Manolín (“¡Fíjate que suave..!”). Esta pareja, como todos los cómicos que cito en este escrito y los anteriores, se caracterizaron por su comicidad fina, “blanca”, decente, familiar. No cabe duda que escribo de otros tiempos. Pienso que nuestros hijos y nietos no podrían creernos si les contamos que para hacer reír no se tiene que hacer escarnio de nadie ni es imprescindible ser vulgares, groseros o agresivos.
Unos datos curiosos de la vida de Cantinflas: fue telegrafista y boxeador, entre muchos oficios. Ya en su carrera artística al principio trató de imitar al famoso cantante norteamericano Al Jolson, pintándose la cara de negro. También bailó, realizó acrobacias y otros varios oficios en las carpas, hasta que la fortuna le sonrió entregándole su propio personaje inspirado en los habitantes de los barrios pobres, con pantalones holgados y fajados por debajo de la cintura, una soga como cinto, un trapo que hacía las veces de “gabardina” y un bigote muy particular.
Cantinflas hizo su debut en 1936 en la película “No te engañes corazón” pero la película recibió poca atención. En 1939 estableció su propia empresa Posa Films, produciendo películas cortas que le permitieron desarrollar el personaje de Cantinflas, pero fue en 1940 cuando finalmente se convirtió en una estrella después de rodar “Ahí está el detalle”. La frase que le dio su nombre a la película se convirtió en su principal frase por el resto de su carrera. La película fue un éxito en Latinoamérica y es reconocida como una de las 10 más grandes producciones del cine mexicano.
En 1941 hizo el papel de un agente de policía, el 777, en la película “El gendarme desconocido” (¡A sus órdenes, Jefe!), que lo confirma en la preferencia del gran público. “Ni sangre ni arena”, una película satírica acerca del toreo en 1941, rompió niveles de taquilla de películas mexicanas en varios países de América. La película original que parodió Cantinflas era el gran éxito de Hollywood“Sangre y arena” en la que actuaron nada menos que TyronePower, Linda Darnell, Rita Hayworth y Anthony Quinn.
Las décadas de 1940 y 1950 fueron las mejores para Cantinflas. En 1946 dejó de trabajar con las compañías mexicanas y firmó contratos con Columbia Pictures, con las que tuvo dos nominaciones para El Globo de Oro, ganándolo con la película La vuelta al mundo en 80 días, en la que actúo con David Niven. Como resultado de la película, Cantinflas se convirtió en el actor mejor pagado del mundo.
Después de regresar a México creó su propia compañía, Cantinflas Films, y continuó haciendo películas hasta 1981, cuando realizó la última, El Barrendero. Ya no realizó más películas pero dejó una gran cantidad de material que sigue produciendo grandes ganancias, las que han estado en litigio entre su hijo adoptivo, un sobrino y Columbia Pictures.
Queda por decir de Cantinflas que sus personajes (casi todos eran una variación del mismo “peladito”, pero en diferentes papeles y situaciones) entablaban una conversación normal para después complicarla al punto de que nadie entendía lo que estaba diciendo. A este estilo tan personal de hablar se le llama cantinflear y cobró tal notoriedad que la Real Academia Española la incluyó como verbo, junto con lapalabra Cantinflada, en su diccionario en 1992.
Para concluir este ESCRITORIO ECONÓMICO permítame participarle que a lo largo de la semana realicé una encuesta para conocerla preferencia de mis familiares, amigos, compañeros de trabajo y lectores respecto a los dos grandes cómicos del cine nacional: Cantinflas y Chespirito. ¿Adivina el resultado? Sí, tiene usted razón: Cantinflas ganó y Chespirito quedó muy rezagado.
Lo curioso del asunto es que, sin proponerlo, en la votación se coló un nombre en tercer lugar y no se trata de TinTán, Manuel Medel, Eugenio Derbéz o el GûiriGûiri. El tercer lugar lo ganó Vicente Fox. El pueblo lo aclama…
ESCRITORIO ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M