La firma comercial Byerly, S. A., fue una de las empresas más importantes de la ciudad hasta la década de los cincuenta.
Aquí hemos presentado sus primeros domicilios, el de la calle Sufragio Efectivo, frente a la estación del ferrocarril, y que fue consumido por un incendio, y el de 5 de Febrero y Guerrero (donde hoy está Banamex), construido en 1927.
A fines de los cuarenta se mudó a un nuevo edificio, ahora en la esquina de Sinaloa y No Reelección donde antes estuvo la Cajeme Motors de Jim Huffaker.
En su nuevo domicilio la casa comercial mantuvo su estatus de gran empresa local. Leroy Milton Byerly junior era el dueño y Enrique Hochscheidt Almada el contador general.
La Byerly, como era llamada comúnmente, era refaccionaria, ferretería, carpintería, vendía material eléctrico, equipo para perforación de pozos y tenía un estudio de revelado para sacar fotocopias, creando así el antecedente de este servicio.
Su prosperidad la llevó a tener una planta laboral de aproximadamente 150 empleados, entre los que figuraban personas muy conocidas en esta ciudad como Adrián “Chacho” Barreras, Rosendo Valdez, Jesús Valle y, en el departamento de perforación de pozo, Rigoberto Monge.
El gerente era Eduardo Campillo Gálvez, quien también ejerció el oficio más antiguo del mundo, es decir, el periodismo (según Gabriel García Márquez, antes de que una muchacha vendiera placer, alguien debió dar la noticia de que estaba disponible).
En la foto de hoy aparece en primer plano La Byerly, S. A., y enseguida se alcanza a ver el edificio de Zaragoza, S.A. en la esquina de No Reelección y 5 de Febrero. Frente a ésta última estaba la negociación de Arturo Morales (hoy Almacenes García).
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