A pesar del triunfo contundente que la selección mexicana obtuvo sobre su similar de Brasil en la Copa América, las críticas insidiosas sobre Hugo Sánchez no han terminado.
El entrenador mexicano, ave de tempestades, concita admiración y odio, reconocimientos y envidias, y son los sentimientos negativos los que parecen estar en boga estos días después de la derrota ante Estados Unidos en la Copa de Oro.
Que si Hugo no sabe dirigir un equipo de grandes jugadores (los ridículamente llamados europeos: Salcido…), que la selección no es Pumas, que se vaya Hugo ya porque no rinde o simplemente porque me cae gordo.
Así ha sido el tono de los comentarios en todos los espacios deportivos dedicados al futbol en nuestro país.
Y ahora, cuando la victoria sobre Brasil debería aplacar los ánimos contra Hugo, no ha faltado quien quiera minimizar este logro resaltando como factor decisivo que la selección brasileña jugó con su banca, que jugó sin muchas ganas, que esto y aquello, comentarios que buscan disminuir el mérito de este triunfo y por lo tanto del entrenador mexicano.
La Copa América apenas empieza y aún puede suceder cualquier cosa, incluso que a las primeras de cambio el equipo tricolor quede eliminado si pierde ante Ecuador y Chile, o que caiga en la siguiente ronda… O que llegue a la final, ¿por qué no?
Mas en la deficiente capacidad de análisis de los cronistas televisivos, y sobre todo en sus cabezas llenas de envidia, el gran villano seguirá siendo Hugo Sánchez, a quien por cierto hay algunos despistados que todavía le niegan el mérito de haber sido el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos.
|