La remoción de agentes en las policías federales –agentes que ya promueven amparos para regresar a sus puestos– fue ordenada casi al mismo tiempo que comenzaron a surgir versiones respecto de una reunión entre narcotraficantes de los cárteles del Golfo y de Sinaloa, señala el número 1600 de Proceso, que aparece este domingo.
Los jefes de estas organizaciones, según las mismas versiones, acordaron no sólo el reparto de territorios, sino también una tregua en todo el país a conveniencia de sus negocios ilícitos.
La decisión de pacificar el territorio nacional –según esos acuerdos– sólo depende de ellos y no del gobierno federal, destaca el reportaje que publica Proceso este domingo 1 de julio
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