Estocolomo.- Suecia, nación pionera en la legalización de la adopción para los homosexuales, ahora parece dispuesta a seguir abriendo caminos y a autorizar el matrimonio religioso para las parejas gays si se aprueba una ley que entraría en vigor en enero de 2008.
De entrar en vigencia la norma, que introduce el matrimonio "sexualmente neutro", se trataría de una primicia mundial, planteada por un país donde las parejas pueden ser declaradas marido y mujer por un pastor, un alcalde o por cualquier autoridad electa, sin distinción en el plano jurídico.
La nueva legislación, por tanto, abriría la vía a la celebración de matrimonios homosexuales tanto en la alcaldía como en la iglesia protestante luterana, mientras que en otros países del mundo las personas del mismo sexo sólo pueden casarse por lo civil.
"Sería formidable que la ley se aprobase, pues haría a todas las parejas iguales ante la ley. De algún modo sería revolucionaria pues, por ejemplo, si hace cinco años se hubiera interrogado al respeto a la Iglesia, sin duda habría respondido no", declara Soren Andersson, presidente de la federación sueca de gays y lesbianas.
Algunos pastores, que desde enero pueden bendecir legalmente a las parejas homosexuales, están dispuestos a celebrar estas uniones.
"Si en la actualidad bendecimos a las parejas homosexuales, no veo ninguna razón para no celebrar los matrimonios", sostiene Arne Wikstrom, pastor de la Iglesia Oscar de Estocolmo.
"Pienso que toda la gente es igual ante Dios. Y nadie es impío, todo el mundo es bendecido", añade Wikstrom al recalcar que "si Dios ha creado personas homosexuales, debemos aceptarlas y bendecirlas".
En el campo político, seis de los siete partidos del reino escandinavo dieron su acuerdo de principio y actualmente urgen al gobierno de centroderecha para que presente rápidamente una ley en ese sentido.
El Primer ministro, el conservador Fredril Reinfeldt, favorable al matrimonio entre homosexuales, quiere esperar hasta el congreso de su partido, en octubre, para hacer adoptar una proposición de ley.
De esta forma, en el seno del gobierno sólo existe la oposición democristiana.
Suecia reconoce desde 1995 la unión civil entre homosexuales, que les da los mismos derechos que el matrimonio. Sin embargo, las asociaciones piden desde hace mucho tiempo la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Esa petición cobró nueva fuerza después de que en marzo, una comisión de investigación encargada por el anterior gobierno social-demócrata de estudiar el tema, recomendase al ejecutivo la legalización de dichos matrimonios.
La iglesia luterana, separada del Estado en 2000, declaró su aceptación de las bodas homosexuales bajo dos condiciones: no emplear el término matrimonio y dejar a los sacerdotes la libertad de celebrar o no dichas uniones.
Sin embargo, aún no hay una posición definitiva, indicó a la AFP Annika Sjoqvist Platzer, portavoz de la iglesia luterana. "La iglesia sueca dará una respuesta a finales de otoño", precisó.
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