Una gota de sudor cae en el pómulo de Luna, pasa la mano por su cara con afán de eliminar toda esa humedad que le impide ver, mira el firmamento y exclama “qué solazo hace el día de hoy”, recuerda las ricas tardes del verano pasado en las cuales ella podía ir a la alberca “pública” que se encuentra cerca de la Laguna. Por unos segundos trata de imaginarse chapoteando con sus hermanos y amigas, -al cerrar los ojos sólo piensa- “que rico recuerdo”; una voz cansada y un poco agitada la llama y le dice “vamos niña, se hace tarde para llegar a casa de tu abuela”.
Hace ya más de un mes que empezó el infierno para Luna, no puede ir a bañarse como tanto le gustaba, en cambio se pasa las tardes encerrada con la abuela y sus hermanos porque mamá tiene que ir a trabajar, y esos ocasos de verano tan anhelados antes de salir de la secundaría, se han convertido en una especie de cárcel familiar. El por qué, lo desconoce, sólo sabe que un señor muy desaliñado y con mal gesto le dijo un día -por cierto el primero que lo intento- “No, a partir de las tres de la tarde no te puedes bañar, sólo los que tienen pase pagado para todo el mes”. Por lo que al recordar ese día se encorva de hombros con coraje porque su pequeñez le fue inútil para convencer a aquél sujeto de que sólo quería darse un chapuzón y quitar de su cuerpo esa horrible sensación que produce la ropa pegada al cuerpo cuando hace calor.
Así como Luna, en Cd. Obregón existen varios individuos, parejas, familias, ciudadanos que desean disfrutar de la refrescante alberca que esta en el Deportivo de la Laguna, sobre todo en esta época en la que el termómetro no desciende de los 40 grados de temperatura a diario; personas que no tienen dinero para pagar un Country Club ni tampoco un Campestre, pero dignas de disfrutar sus derechos sociales de diversión en algún lugar diseñado para el público en general como lo son los deportivos. Ahora por iniciativa de algunas personas que tienen el dominio en sus manos de esos lugares que de entrada son para la ciudadanía en general, ósea públicos, ya no pueden asistir a convivir y disfrutar un rato agradable de sus vacaciones.
Actualmente a partir de las tres de la tarde, de los días lunes, miércoles y viernes son evacuadas las personas que están en la alberca, ¿Por qué razón? Porque de ahora en adelante por las tardes de los días mencionados la alberca es administrada por cierto instituto educativo de la ciudad y se cobra una cantidad de $480 pesos mensuales a toda aquella persona que desee entrar a disfrutar una hora de la alberca. Haciendo una comparación las clases de verano del 2006 en este lugar pasaron de 12 a 4 grupos de asistentes en el verano de 2007, ¿Qué familia en estos días puede pagar tal cantidad de dinero para que su hijo aprenda a nadar?, ¿Será que todas pueden?
Siendo una alberca pública como lo había sido hasta hace poco se convirtió ahora en un pequeño negocio de algunos cuantos en el poder, ya que las ganancias que se obtienen no son para el mejoramiento de la alberca, para pintarla, o para limpiarla, incluso al personal le siguen pagando lo mismo y la alberca no tienen ningún cambio. Convendría preguntarse ¿Cómo un lugar que siempre ha estado abierto al público en general pagando una cantidad de $10 pesos por persona para diversión diaria, puede pasar de la noche a la mañana a una administración privada que pretende cobrar de una sola vez el precio de 48 días y solo por 3 la semana?. ¿Las ganancias que se obtienen de dicho deportivo para quién van, para los directivos del instituto o para los directivos del deportivo?. Porque eso sí, existe un presupuesto que se le da a los deportivos para mantener las instalaciones y poder ser económico para el público, pero entonces ¿quién me puede explicar que es lo que esta sucediendo?, así como todo ciudadano tengo derecho a saber –gracias a la nueva ley de transparencia-, y si alguien tiene alguna idea de cual es la razón me gustaría la expusiera en público.
Las caritas de los niños y las familias que ya no pueden divertirse ahí no se olvidan, su tristeza al ver que el lugar donde alguna vez vacacionaron ya no lo pueden utilizar es muy preocupante, aunque sólo estemos hablando de tres días a la semana. De por sí en Cd. Obregón no existen centros para la recreación familiar, y ahora cortan de raíz la diversión de la alberca ¿qué seguirá después?. Es sabido que se pretende hacer lo mismo con la alberca que esta en la colonia Constitución, pero pregunto: ¿Quién esta a cargo de esta injusticia?, ¿De esta sin razón?, ¿Quién me puede explicar a mí y a todas las familias que quieren disfrutar de nadar en sus vacaciones, porque tienen que pagar tanto por una sola hora?
Si sacamos las cuentas al cobrar $480 pesos mensuales, estos divididos entre 30 días, nos da un igual de $16 pesos diarios, seis pesos más de lo que normalmente cobra el deportivo por las tardes, lo diferente es que ahora ese costo es por solo una hora tres días a la semana, cuando antes eran 10 pesos hasta que la alberca cerrara, ósea a las seis de la tarde y el día que fuera. Es difícil que una familia pueda pagar dicha cantidad para alguno de sus miembros, y peor aún para todos juntos. Y yo pregunto, ¿quién se queda con esas ganancias y para que las utiliza?
Esto es un golpe a la unión familiar, a la diversión, al ejercicio sano, en cambio es una de las razones para que las familias se encierren en algún lugar buscando la sombra de los rayos solares que a diario azotan sobre los ojos, sobre la piel y un calor que no se cesará pronto. Probablemente la mayoría de estas familias lo que harán será mejor olvidarse del calor bebiendo cerveza y con esta ya encima, por supuesto también de la familia.
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