Generar variedades de maíz resistentes al calor y la sequía es el objetivo que persigue los investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap).
Se busca aprovechar la riqueza del país en cuanto a la variabilidad genética de maíces nativos, que pueden llegar a producir características para soportar las consecuencias del cambio climático (calor y sequía), explicaron expertos de ambas instituciones.
“El clima está cambiando de manera acelerada y las predicciones indican que en los próximos 30 a 40 años la temperatura aumentará hasta 2 grados centígrados y las lluvias serán más escazas en algunas áreas presentando inundaciones en otras”, explicó Gilberto Salinas García, investigador del CIMMyT.
Por lo anterior, dijo, es necesario prepararse desde ahora con las variedades óptimas para tolerar ese clima tan extremo que se espera para el futuro o de lo contrario los agricultores estarán propensos a abandonar su modo de vida, pues en algunas zonas ya se ha dejado de cultivar por las razones señaladas.
Salinas García subrayó la necesidad de que los Campos Experimentales cuenten con equipo de riego especializado para medir el clima y las características del suelo, con el fin de desarrollar investigación sobre resistencia a la sequia.
Los investigadores analizan el maíz con características de resistencia a sequía y para realizar mejoramiento genético que lleve a la obtención de materiales con alta producción y calidad bajo las condiciones mencionadas.