Poco puede agregarse a la montaña de textos que se han escrito sobre la estancia del general Álvaro Obregón en la Hacienda Náinari.
Por eso es mejor en esta ocasión dejar que las imágenes nos hablen sobre la vida en el Náinari al terminar la década de los veinte, pocos meses después de que el dueño de esta hacienda muriera asesinado en la Ciudad de México.
Las fotos que hoy presentamos son inéditas y muestran la actividad febril de esta explotación agrícola erigida con el genio y el poder de Obregón.
|